Si incluso los dioses tienen debilidades, ¿puede un mortal vencer las propias y trascender a la divinidad?
En nuestro artículo anterior te contamos cómo se desarrolló el desplome de la gigantesca corporación Umbrella y los papeles que jugaron Chris Redfield. Jill Valentine y Albert Wesker en ello. Pero no hemos platicado sobre la otra cara de la moneda: el punto de vista de Ozwell E. Spencer.
Como recordarán, Albert Wesker usó parte de la información obtenida de la U.M.F.-013 para finalmente sepultar a Umbrella y Spencer; hecho que finalmente llevaría a ambos a enfrentarse a su destino, pero hay mucho que contar sobre ambos y cómo llegaron a ese momento.
Todo tiene un principio
Si hacemos memoria, Spencer fundó el Centro de Formación de Umbrella en 1968, y doce años después, Albert Wesker y William Birkin se unieron a los programas de dichas instalaciones.
Ambos jóvenes pronto se involucraron en las principales investigaciones del centro, incluso después del cierre del mismo. Debido a sus avances, Wesker y Birkin son transferidos a Arklay a investigar el t-Virus con James Marcus.
Durante ese tiempo, Wesker empezó a tener sus dudas sobre Spencer, pero continúo con sus trabajos para no levantar sospechas, participando incluso en la traición hacia Marcus.
El camino de Albert Wesker
Después de involucrarse en investigaciones sobre Lisa Trevor y el parásito NE-α junto a Birkin, y el posterior descubrimiento del g-Virus, Wesker solicitó a Spencer su transferencia al departamento de información de Umbrella, con el fin de investigar más de cerca los planes de Spencer.
Durante este tiempo, Albert pudo listarse en el Ejército de Estados Unidos como oficial químico, proporcionando datos para la prevención de peligros biológicos. Wesker aprovechó esto y obtuvo información de los programas de armas biológicas del propio ejército, lo que lo llevó a altos puestos dentro de Umbrella.
Durante 1992, Albert tuvo una fugaz relación con una joven de Edonia, de la que perdió el interés y la abandonó. La mujer regresó a su país natal sin revelar a Wesker que estaba embarazada de él. Ella siguió enamorada de Albert hasta su muerte, y le contaba a su hijo que su padre lo quería, a pesar de estar separados.
A pesar de sus otras actividades, Wesker siguió en contacto con Birkin, manteniéndose al tanto de sus investigaciones y aumentando sus sospechas sobre Spencer y el g-Virus.
Todos los caminos llevan a Raccoon City
En abril de 1996, Wesker comenzó a laborar como capitán del equipo Alpha de S.T.A.R.S. del Departamento de Policía de Raccoon City, bajo recomendación de Umbrella. En su nuevo puesto conoció a elementos de la talla de Chris Redfield y Jill Valentine, además de evitar que el escuadrón especial descubriera las actividades ilegales de Umbrella. A su vez, continuaba como jefe de seguridad en el laboratorio Arklay y asesoraba en las investigaciones del Proyecto Tyrant.
Finalmente llegó 1998, donde todo empezó. Debido al desastre viral del laboratorio en Arklay y los ataques caníbales derivados, a Wesker y Birkin se les encomendó restaurar el Centro de Formación en reemplazo del laboratorio de Arklay. Esta posibilidad era inviable, así que fue ordenado a Wesker trasladar a los S.T.A.R.S. al lugar para recopilar datos de combate contra las armas de Umbrella; para posteriormente destruir el lugar y borrar todo rastro de sus actividades. Wesker vio su oportunidad para salir de la órbita de Spencer.
Los S.T.A.R.S. sobrevivientes dieron por muerto a Wesker luego de su destino fatal al liberar al Tyrant t-002. Entre ellos se encontraban Jill Valentine y Chris Redfield, su eterno hombre de confianza.
Previo a esto, Wesker usó un virus proveído por Birkin que lo ayudó a sobrevivir al ataque y lograr escapar de la mansión antes de su destrucción. Debido a la inyección de dicho virus, Albert consiguió nuevas habilidades al volver a la vida.
La compañía rival
Desde las sombras, Wesker pasó a formar parte de la misteriosa Compañía Rival. Durante este tiempo, también supo gracias a Ada Wong sobre los planes de Spencer para robar el g-Virus de Birkin y envió a la espía durante el desastre de Raccoon City a recuperar una muestra de dicho virus.
Con el g-Virus en su poder, la organización otorgó a Wesker una unidad del H.C.F. para atacar la isla Rockfort y obtener una muestra del virus t-Veronica creado por Alexia Ashford.
En dicho evento se encontró con su antiguo subordinado Chris Redfield, revelándole que seguía con vida y mostrando sus habilidades sobrehumanas adquiridas a raíz de la resurrección. Años después de conseguir el virus del cuerpo de Steve Burnside, Wesker lo vendió a través del mercado negro. Llegando hasta las manos de Javier Hidalgo, posteriormente detenido por Leon S. Kennedy y Jack Krauser, quien empezaría a trabajar para Wesker.
La caída de Umbrella y ascenso de Tricell
Fue durante el 2003 que Wesker participó en los eventos de Rusia y la posterior caída de Umbrella gracias a los datos que él robó. Él y la organización supieron de la existencia de Las Plagas, enviando a Krauser en busca de una muestra. Como plan de contención envió igualmente a Ada Wong, quien terminaría asesinando a Krauser y traicionando a Wesker; cosa que lo afectó pero pasó por alto, dado que igualmente pudo conseguir la muestra deseada desde el cuerpo de Krauser.
Haciendo uso de la información obtenida de Umbrella, Wesker se acercó a Excella Gionne, proporcionándole datos sobre el t-Virus. Esto llevó a Excella a obtener el puesto de CEO en Tricell Inc. África y control sobre el desarrollo de armas biológicas de la compañía. Excella y Wesker empezaron a entablar negocios con Ricardo Irving para que este vendiera sus armas biológicas, en especial aquellas relacionadas a Las Plagas.
La relación con Excella, el acceso a las instalaciones de Tricell y las ganancias económicas obtenidas por Irving le permitieron a Wesker continuar con sus investigaciones y el desarrollo de su propio plan personal, de lo que hablaremos en siguientes entregas de nuestro Road.
En ese momento, Wesker se había convertido en el hombre más peligroso del mundo debido a la gran cantidad de agentes virales en su poder, pero había algo que seguía siendo su principal problema: los verdaderos planes de Spencer.
El camino de un fugitivo
Spencer era un hombre de poder, y eso lo hemos estado contando desde el inicio de esta sección. Desde usar todos sus recursos para adueñarse de las tierras de los Ndipaya; estar detrás de la misteriosa muerte de Edward Ashford y ser el responsable directo de la muerte de George Trevor y su familia; Spencer siempre estaba un paso delante de todos.
En 1977, Spencer reclutó a Albert Wesker, graduado en virología a la edad de 17 años, y William Birkin a través de su fundación para contratarlos en Umbrella, iniciando un camino exitoso para ambos jóvenes. Como ya les conté previamente, Spencer colocó a ambos bajo la tutela de James Marcus en sus investigaciones sobre el virus Progenitor y el t-Virus. Cuando Marcus representó un gran riesgo para sus planes, Spencer utilizó a ambos investigadores para asesinar a Marcus y robarle su trabajo, dejándolos a ellos como líderes de investigaciones en Arklay.
A partir de este momento, Spencer estuvo muy al pendiente de los resultados de Wesker y Birkin. Tan grande era su interés que cuando Wesker solicitó una muestra del parásito NE-α al laboratorio de Umbrella en Francia, Spencer intercedió directamente para agilizar el proceso.
La historia de Marcus parecía repetirse cuando William Birkin descubrió el g-Virus, generando gran interés en Spencer que este mando construir un laboratorio bajo Raccoon City totalmente enfocado en las investigaciones sobre el nuevo virus, todo bajo el mando de Birkin.
Después de aprobar las solicitudes de transferencia de Albert, Spencer se dedicó a diferentes labores de Umbrella, por ejemplo, la estrecha relación con Sergei Vladimir. Durante este tiempo, Spencer encargó un proyecto relacionado a la eugenesia de vital importancia a Alex Wesker, incluso dándole sus propias instalaciones.
El desastre de Arklay y la debacle de Spencer
Finalmente llegó el fatídico año de 1998, y el desastre ocurrido en las montañas Arklay y la destrucción de Raccoon City significaron un gran golpe para Umbrella y Spencer. A pesar de usar todos sus recursos para ocultar la responsabilidad de Umbrella en dichos eventos, Spencer se vio obligado a mover las operaciones de la compañía y la U.M.F.-013 a unas instalaciones secretas en Rusia, encargadas directamente a Vladimir. Consciente de las violaciones a tratados internacionales que había cometido, Spencer no tuvo más opciones que mantener un perfil bajo.
Pero no solo sus planes públicos fueron afectados, el desastre alcanzó a sus proyectos privados. El 28 de agosto de 1998, Spencer recibió un informe de Alex Wesker reportando la muerte de Albert en las instalaciones de Arklay, reduciendo la tasa de éxito del Proyecto W al 18 por ciento.
Esto también afectó a las instalaciones de Umbrella en África, que se encontraban enfocadas en la extracción del virus Progenitor. El lugar fue cerrado y todos los ejecutivos de Umbrella nivel 10 –que eran los que tenían conocimiento del lugar– fueron asesinados. Entre ellos se encontraba Brandon Bailey, antiguo estudiante de James Marcus y encargado del lugar.
La aparente tranquilidad de Spencer se esfumó cuando Chris Redfield y Jill Valentine asaltaron las instalaciones de Umbrella en Rusia. Este evento, sumado a que Albert Wesker filtró los datos de la compañía, desencadenaron que la verdad de lo ocurrido en Raccoon City saliera a la luz.
A raíz de esto Umbrella fue declarada oficialmente como culpable y posteriormente cayó en bancarrota. Spencer, como cabeza de la compañía, recibió una orden de arresto internacional, y no tuvo más opción que ocultarse en la residencia de su familia, ubicada en Europa.
Confinado y sin más contacto que su mayordomo, Spencer enfocó sus recursos en la investigación de Alex Wesker, pero esta lo traicionó y desapareció con todo su progreso. Esto y sus problemas de salud terminaron por hundir a Spencer.
El hijo acude al llamado del padre
Con el paso de los años, Spencer supo que su muerte estaba cerca, pero todavía tenía un asunto pendiente. De alguna manera, Spencer sabía que Albert seguía con vida, y tenía que encontrarlo.
El anciano encargó a Patrick, su mayordomo, la tarea de buscar a Albert. Fue a través de Ricardo Irving que Patrick envió la información de la ubicación de Spencer. para sorpresa de Patrick, su jefe de toda la vida decidió prescindir de sus servicios una vez cumplida la misión. Los únicos que se quedaron en la residencia fueron los guardias, cosa que hizo dudar a Patrick.
Spencer estaba solo, esperando la llegada de Albert Wesker.
La BSAA
Wesker no era el único invitado a la fiesta. Después de la caída de Umbrella, Jill Valentine y Chris Redfield se convirtieron en miembros fundadores de la Alianza para la Evaluación de Seguridad Contra el Bioterrorismo, (o B.S.A.A. por sus siglas en inglés). Como parte de esta organización, Valentine y Redfield llevaron a cabo diversas misiones contra el bioterrorismo, pero a su vez su búsqueda por Spencer seguía en pie.
En cierto momento de agosto del 2006, la Alianza recibió detalles confiables sobre la posible ubicación del fundador de Umbrella, por lo que Jill y Chris formaron parte de la misión para detener a Spencer. Era el momento de atrapar al hombre que cambió sus vidas para siempre.
De pie ante el destino, ser un Dios
Era hora. Albert Wesker llegó al lugar indicado. En una de las salas de la mansión, Spencer lo esperaba tranquilo en su silla de ruedas, atado por aquella única cosa que no pudo vencer, la mortalidad humana. Una vez que se encontraron, Spencer reveló toda la verdad sobre sus planes, incluso su participación en el Proyecto Wesker. Esta revelación enfureció a Albert.
Consciente de su destino, Spencer hizo lo posible por ponerse de pie mientras Wesker se acercaba a él. Con un todo totalmente orgulloso y consiente de que solo él era digno de ser un Dios, Spencer se burló de la ironía de enfrentarse a su propia mortalidad. Y llegó el final…
Wesker, furioso pero sin perder la elegancia, atravesó el pecho de Spencer con su mano, asegurándose de que su antiguo mentor escuchara una ultima frase antes de morir: “el derecho a ser un Dios, ahora es mío“.
Spencer, el hombre que siempre tenía sus planes un paso adelante de los demás, falló al convertirse en un Dios, muriendo como un simple mortal ante su mayor creación, de manera similar a la muerte de Albert esa noche de julio de 1998 ante el Tyrant.
El nuevo Dios inicia su camino
Después de asesinar a Spencer, Jill y Chris consiguieron descubrir a Wesker y se enfrentaron a él. Superados y a punto de que eliminara a Chris, Jill sacrificó su vida al lanzarse junto a Wesker por una de las ventanas de la mansión y caer a un acantilado de gran altura.
A pesar de los esfuerzos por recuperar sus cuerpos, Jill Valentine y Albert Wesker fueron dados por muertos por la B.S.A.A. La aparente muerte de Jill afectó de gran manera a Chris, quien hizo la promesa de acabar definitivamente con el bioterrorismo, en honor a su compañera caída.
Pero sin que Chris lo supiera, Jill y Wesker sobrevivieron. Albert aprovechó el estado de Jill y la llevó con él, con la intención de usarla dentro de sus investigaciones, aquellas que llevarían a Wesker a superar los planes de Spencer.
El fin de Umbrella llegó
Hemos llegado al cierre de uno de los arcos argumentales que considero de mis favoritos dentro de la historia de RE, y con ello, ponemos el último clavo al ataúd de Umbrella.
La muerte de Ozwell Spencer tuvo grandes repercusiones en el mundo; por un lado, reafirmaba los compromisos por la erradicación del bioterrorismo, pero a su vez dejaba el trono vacío, este debía ser reclamado. Y el heredero natural era Albert Wesker.
Estamos cada vez más cerca del estreno de RE Village, por lo que recomiendo repasar todos los artículos de nuestro Road para no perderse entre los hilos que vamos tocando con el paso de las semanas.
Finalmente, los invito a estar atentos a nuestra plataforma junto a That Arklay Place para estar al tanto de todas las novedades respecto al aniversario 25 de Resident Evil.