Según la exasistente ejecutiva, ella fue despedida injustamente tras reportar la conducta de Nicolo Laurent.
De nueva cuenta Riot Games se ve envuelto en la polémica, siendo en esta ocasión una demanda civil que acusa a su CEO Nicolo Laurent por discriminación laboral y acoso. La litigante es la antigua asistente ejecutiva Sharon O’Donnell, quien también asegura haber sido despedida injustamente.
Según el documento oficial registrado en el sitio UniCourt, a O’Donnell se le separó de su cargo en julio del año pasado. Pero a estar registrada en la empresa como una empleada exenta por sus tareas administrativas, ella nunca recibió un pago por sus horas extras u otros beneficios establecidos por las leyes laborales de California.
Asimismo la demandante declaró ser víctima de acoso por parte de Laurent, conducta que no sólo estuvo dirigida a ella si no que se extendió de igual forma a otras integrantes del equipo de laboral. Como ejemplo, la exasistente mencionó que en varias ocasiones Laurent les sugirió “tener hijos”, como una manera de lidiar con el estrés de la pandemia por COVID-19.
Sumado a los demostraciones de acoso anteriores, O’Donnell afirmó que el CEO manifestó su hostilidad dentro de las oficinas de Riot Games. Aparte de gritarle y criticarla cuando ella rechazó sus insinuaciones, el directivo de la empresa la retiró continuamente de sus funciones y obligaciones a manera de “castigo”.
Un entorno laboral marcado por el abuso y la inequidad
Cuando la litigante finalmente lo denunció ante Recursos Humanos, su reporte no produjo cambio alguno. Ella asegura que su acusación fue el detonante de su despido, tras lo cual inició una demanda en contra del developer y de su actual Director Ejecutivo (quien ocupa dicho cargo desde 2017).
A los reclamos por parte de la exasistente, se le sumó una declaración en conjunto por parte del Departamento de Empleo Justo y Vivienda (DFEH) y la División para la Protección de Estándares Laborales (DLSE). Las dos instituciones calificaron al asunto de ilegal, así como prometieron una intervención gubernamental en pro de las víctimas.
Ambos organismos también aseguran que el el comportamiento es una grave consecuencia del inseguro ambiente laboral en el estudio, mismo que tiene precedentes en otras denuncias por difamación y discriminación que ocurrieron durante años anteriores.
Ante la demanda legal, Riot Games declaró ante el sitio Daily Esports que está tomando el asunto con seriedad. De acuerdo con la empresa, la investigación del CEO comenzó en diciembre de 2020. Para ello la junta directiva cuenta con la ayuda de una firma externa, aunque por el momento no se dieron más detalles al respecto.
De igual manera ni O’Donnell ni sus representantes legales, hicieron comentario alguno tras las afirmaciones del developer.
Fuente: UniCourt | Vía: Daily Esports
