Pese al festival de easter-eggs y referencias a la franquicia, Welcome to Raccoon City no consiguió aprovechar el potencial para entregar una historia de la serie digna de la pantalla grande.
Seamos sinceros, aunque las películas de Resident Evil de Paul W. S. Anderson resultaron ser un éxito comercial, muchos de los fanáticos de la serie quisieran olvidar su existencia. Y esto no es para menos; todos sus elementos jamás terminaron de cuajar. Esto provocó la creación de una historia muy poco consistente o comprensible, además de que su enfoque en la acción desagradó a los fans más acérrimos.
Con esto sobre la mesa, tras su primeros avances, Welcome to Raccoon City consiguió captar la atención de los seguidores de la serie. Y esto se debe a que prometía ser la adaptación más completa de la franquicia a la gran pantalla, tomando como base las raíces del survival horror que tanto caracterizaron a Resident Evil en sus inicios. Por ello, las expectativas en torno a esta producción eran considerablemente altas.
Y aprovechando que los recientes remakes del segundo y tercer juego de la serie abrieron las puertas a nuevos fanáticos, y recuperaron los seguidores veteranos, Capcom decidió aprovechar lo mejor de ambos mundos con esta producción. Aunque obteniendo resultados, digamos… Complicados de explicar.
Pero no nos adelantemos. Si quieres averiguar por qué digo esto, acompáñame a aquella noche infame de septiembre de 1998 para descubrir esa respuesta.
El comienzo de una noche interminable
Nuestro viaje comienza en el orfanato de Raccoon City, en donde nos encontramos con dos jóvenes Claire y Chris Redfield, quienes perdieron a sus padres en un accidente de coche. Esta última es asechada por una presencia misteriosa, con la que, en una noche, decide salirse de su habitación para investigar dicho suceso. Es ahí cuando se da cuenta que el lugar no es lo que aparenta ser, y que Umbrella oculta un secreto atroz, cosa que hace que huya de la ciudad.
Tras ese flashback, somos transportados al 30 de septiembre de 1998. Claire (Kaya Scodelario) regresa a una Raccoon City en plena decadencia debido a la salida de Umbrella de la ciudad. Ella sólo tiene un objetivo, reencontrarse con su hermano Chris (Robbie Amell) quien ha logrado entrar al Departamento de Policía de Raccoon, sintiendo un apreció particular hacia el director del orfanato, el doctor William Birkin (Neal McDonough).
Al inicio del filme podemos apreciar que la relación entre los hermanos Redfield se encuentra fragmentada, al grado de Chris quiere mantener distancia con su pariente. Sin embargo, Claire no tiene dudas que la farmacéutica oculta algo en los rincones más recónditos de la ciudad, por lo que esta decidida a averiguar la verdad. Pero un suceso hace que aquella búsqueda para destapar a Umbrella se convierta en una lucha por la supervivencia.
Bienvenidos a Raccoon City
Como ya se había mencionado a lo largo de varias entrevistas, la trama del filme toma como base los acontecimientos de la primera y segunda entrega de la serie, usando sus elementos más icónicos para entregar algo completamente nuevo. Esto aunque puede desagradar a los fans de hueso colorado, no es un detalle necesariamente malo, siempre y cuando se ejecute bien… Cosa que no es el caso aquí.
Para empezar, iré a lo obvio, Welcome to Raccoon City no es una adaptación. Más bien me atrevo a decir que es un conjunto de elementos icónicos de los primeros años de la franquicia que se unen entre sí para generar algo que busca tener identidad propia. Y eso es notorio cuando conocemos a los personajes principales, que de inmediato se puede notar que no son calcas de sus contrapartes originales.
Esto hasta cierto punto beneficia a la cinta, debido a que se presta para experimentar con ellos y crear algo nuevo. Pese a la polémica a que varios de ellos no se parecían en nada a sus contrapartes originales, al final del día, eso no es lo que cuenta, sino como se desarrollan. Y eso es un objetivo logrado a medias.
Digo a medias porque hay personajes como Claire cuya interpretación por parte de Scodelario deja mucho que desear. Francamente sus expresiones son muy secas y sosas, provocando que sea un personaje aburrido de ver en pantalla, al grado de que, pese a su importancia en el lore de la serie, las escenas en donde aparece se vuelven tediosas y poco interesantes.
Otros personajes como Wesker, Chris, Irons y demás sufren el mismo problema. Además, tengo que recalcar que el tiempo en pantalla que tienen no les ayuda mucho que digamos para desarrollar su personalidad, al grado de que se siente apresurada y poco inspirada. Esto hace que el espectador no pueda identificarse del todo con ellos.
La única excepción aquí es Leon S. Kennedy (Avan Jogia). Esa experimentación que le hicieron en el filme se acopló a la perfección con el personaje, y su arco del policía novato e ingenuo fueron de lo mejor logrado en este aspecto. Además de ello, al final vemos como él va cambiando paulatinamente de personalidad, transformándose en el héroe que todos conocemos y amamos.
Rebelándose ante la fórmula establecida
Algo que siempre noté mientras la cinta se encontraba en producción era la preocupación que Johannes Roberts, director y escritor de la cinta, tenía de distanciarse de la fórmula que establecieron las películas de Paul W.S. Anderson. Y si bien, considero que el realizador logró parte de ese objetivo, sacrificó elementos sumamente importantes que le costaron al filme algo realmente valioso.
Primero quiero iniciar con los aspectos positivos. Para empezar, la cinta, a diferencia de la saga de Alice, deja a un lado la acción durante una buena parte del filme y opta por dar un enfoque de terror la mayor parte del tiempo. Esto es notorio cuando nos damos cuenta que los escenarios muestran ambientes más cerrados y oscuros para evocar la tensión y el miedo que se nos presenta en pantalla.
El ritmo de la cinta también se vio modificado por este aspecto, debido a que es más calmado para seguir la línea de generar terror e incomodidad en el espectador. Desde mi punto de vista, esto es algo que también agradezco bastante, debido a que, de alguna u otra manera, se evoca la esencia que Resident Evil tuvo en sus orígenes a mediados de los ’90. Algo que seguramente los fanáticos más veteranos de la franquicia agradecerán bastante.
De lejos puedo notar que el equipo de producción hizo su tarea al momento de hacer este filme. Con esto quiero decir que, en vez de intuir de que demonios trataba la franquicia, decidieron investigar consultando a profundidad todo su lore para poder identificar los elementos icónicos de la misma y así, ponerlos como algo más que simples referencias vacías.
Y hablando de referencias….
Easter egg festival
Algo que tengo que destacarle al filme es como manejó las referencias sobre lo ocurrido en el lore de la serie. Las mismas, a diferencia de la saga anterior de Anderson, estas no están metidas con calzador o son forzadas. Estás fluyen bastante bien, y se prestan para entregar momentos que, al menos a un veterano de la serie como yo, le sacaron una sonrisa en más de una ocasión.
El filme invita al fanático de la serie a desconectarse por algunos instantes del lore principal y lo lleva a un universo nuevo dentro de la franquicia. Es decir, aunque toma algunos elementos icónicos del mismo, no busca hacer una calca directa de los mismos, sino que los toma como inspiración para cimentar sus reglas dentro del canon con su “identidad”.
Y pongo la identidad entre comillas por lo siguiente; aunque las referencias están bien implementadas, la película se centra demasiado en ellas. Esto llega al grado de que, como lo mencione anteriormente, no ayuda al desarrollo de personajes ni de la trama, como si estuviesen en segundo plano, algo que no le brinda puntos a la cinta para nada.
La rebeldía no siempre trae cosas positivas
Lo último que acabó de decir se complementa a la perfección con lo que diré a continuación; desafortunadamente, la preocupación que Roberts tuvo al momento de querer desligarse de las cintas de Anderson, irónicamente, le provocó su mayor pecado a esta producción, el desarrollo de una identidad propia.
Aunque el filme toma los elementos de los juegos para sintetizarlos y generar algo nuevo, su implementación no es buena. Es decir, la duración de la película le quedó corta para todo lo que buscaba realizar en la franquicia, debido que el desarrollo de la trama principal se siente apresurado y poco inspirado; como si se estuviese contando el tiempo para incluir el mayor número de referencias posibles en lugar de implementar correctamente dichos elementos.
Esto último es especialmente notorio en el clímax del filme, en donde el entramado se desprende de su apoyo del lore de la serie y empieza a mostrar su parte original. La resolución al conflicto principal es bastante predecible, con un tiempo de desarrollo sumamente escaso y deja poco satisfecho al espectador, e incluso puede llegar a confundirlo por lo sumamente soso que es, básicamente diciendo que el mismo debe resolverse por que el tiempo de la película ya se va a acabar y no porque la historia lo requiera.
Además de eso, tengo que destacar el filme no ofrece ningún tipo de contexto para los recién iniciados a la franquicia y/o al público que es ajeno al mundo de los videojuegos. Es algo que me resulta curioso, porque si, a las adaptaciones de Anderson se les puede criticar muchas cosas; pero eran más accesibles en general, por lo que, si bien tampoco había trasfondo, no era necesario para disfrutar la historia en la gran pantalla.
Elementos con potencial desperdiciado
Si el desarrollo apresurado de la historia fue un sabor amargo para mi, hubo otra cosa peor que ello, y definitivamente sería los elementos desperdiciados del filme. Es decir, de las cosas que más fueron publicitadas de esta producción fueron la temible Lisa Trevor (Marina Mazepa) y la icónica mutación de William Brikin. Ambas criaturas imponían en los primeros avances de la cinta, y se perfilaban para ser detalles memorables.
Por desgracia, ambos elementos, al igual que otros personajes en la cinta, poseen muy poco tiempo en pantalla. Es decir, su presencia en el filme es bastante forzada, como si lo hubieran metido nada más por que sí, como si solo fuesen referencias curiosas en vez de una amenaza que debería meterle terror hasta el propio espectador.
Otra cosa que le tengo que recriminar al filme son los escenarios, en específico, el Departamento de Policía de Raccoon City y la mansión Spencer. No quiero que se mal interprete, ambos lugares se encuentran replicados con detalle en la cinta, pero desafortunadamente, no se nos muestran en todo su esplendor. Y eso es una verdadera pena, por que hubiese sido interesante verlos con más protagonismo.
Por último, debo mencionar que la cinta cuenta con una escena post-créditos. La misma resulta muy forzada (como muchas cosas del filme), y adelanta de una forma poco convincente la inminente secuela. Al llegar este punto, solté una mirada de extrañeza, debido a que la sentí muy fuera de lugar e incluso, percibí que tal vez fue añadida al aventón y no porque fuese necesaria como tal.
Conclusión
A ver, voy a ser sincero, decir que tengo sentimientos encontrados con la cinta es quedarme corto. Y es que como fan veterano de Resident Evil, puedo decir que, a riesgo que lo que diré puede ser controversial, siento que Welcome to Raccoon City es una enorme mejora en comparación con lo que Paul W.S. Anderson nos entregó en el pasado… Pero eso no es decir mucho, la verdad.
Aunque la cinta busca instalarse en la franquicia bajo sus propias reglas, muchas de sus ideas no terminaron de cuajar. Su desarrollo apresurado, el excesivo enfoque a las referencias de los juegos y el mal uso de su parte original hacen que esta cinta sea el ejemplo perfecto de un potencial desperdiciado para entregar algo de calidad.
Francamente, siento que la cinta será más atractiva para los fans de hueso colorado de la serie, debido a que apela más a ese sector y entrega lo que ellos quieren ver. Pero para la gente que es ajena a este universo, se les será más complicado entender lo que hay en pantalla debido al nulo contexto que da el filme.
Honestamente, si le tienes pocas expectativas, me atrevo a recomendarla porque, pese a sus fallos, resulta ser una película entretenida. De ahí en fuera, sería mejor esperar a que este disponible en streaming, debido a que sería una buena manera de matar el aburrimiento en un día en donde no tengas nada que hacer.
The fall of Raccoon City in cinema... It's not memorable
Resident Evil: Welcome to Raccoon CityThe Good
- La cinta va más allá de ser una adaptación para entregar algo original
- Referencias bien implementadas que sólo los fanáticos reconocerán
- Avan Jogia como Leon S. Kennedy se roba el filme
- La cinta resulta entretenida y hace que se pase un buen rato
The Bad
- Muchos de los personajes de la cinta no tienen un buen desarrollo
- La necesidad de rebeldía ante las cintas anteriores hace que descuide su identidad
- La parte original del filme se siente muy poco trabajada
- El desperdicio de ciertos elementos para entregar algo memorable
- Escena post-créditos forzada y hasta cierto punto se siente innecesaria