Reseña | Marvel’s Guardians of the Galaxy – Una aventura entrañable

Aunque no es perfecta, la nueva aventura de los Guardianes de la Galaxia es una experiencia entrañable gracias a su carisma.

Es bien sabido que la colaboración entre Square Enix y Marvel no inició muy bien que digamos. Para nadie es un secreto que el primer título de este acuerdo, Marvel’s Avengers, fuera uno que resultó decepcionante para muchas personas; principalmente por su enfoque como servicio, notándose en su resultado financiero que no logró cumplir las expectativas de la compañía.

Sin embargo, tras un año de dicho lanzamiento, llega el segundo título de esta colaboración, Marvel’s Guardians of the Galaxy, de la mano de Eidos Montréal. Con este proyecto se esperaba que el developer pudiese entregar una experiencia superior a la de la ocasión pasada. Y en lo personal, pude ver que todos los elementos que han caracterizado a este carismático equipo en tiempos recientes estaban presentes ahí.

El título está disponible en PlayStation 4 y 5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC, y Switch, pero: ¿Vale la pena? Si quieres averiguarlo, acompáñame en esta aventura galáctica para descubrir la respuesta.

El comienzo de un viaje por toda la galaxia

El juego se sitúa 12 años después de un acontecimiento llamado la Guerra Galáctica, provocada por la temible raza Chitauri, quienes atacaron a las especies civilizadas para tratar de conquistarlo todo. Y aunque el conflicto ha llegado a su fin, los estragos provocados por el mismo aún siguen presentes por todo el universo.

En esta aventura tomamos el control de Peter Quill, un antiguo devastador que fue partícipe en la guerra. Consciente de que hay personas que aún sufren las consecuencias de este acontecimiento; decide formar un equipo junto a Gamora, Rocket Raccoon, Groot y Drax llamado los Guardianes de la Galaxia; y van viajando por todo el universo para hacer dinero rápido.

Pero en uno de sus encargos, el equipo provoca un pequeño accidente que amenaza con destruir el frágil equilibrio de la galaxia. Con esto en mente, los cinco deben aventurarse en un viaje para erradicar el problema antes de que se salga de control.

Un camino para convertirse en el líder ideal

Aunque el juego se trata del viaje para salvar la galaxia, la trama se centra mayoritariamente en Quill y las relaciones forja con sus compañeros. Si bien cada integrante tiene un papel sumamente importante en la aventura, Star Lord es el corazón de los Guardianes y al mismo tiempo es su parte humana; cosa que ayuda que el jugador pueda identificarse con él fácilmente.

La parte de las relaciones de Quill con los demás toma particular importancia en la aventura gracias al sistema de diálogos que implementa el título. Regularmente el personaje se verá envuelto en conversaciones importantes que, dependiendo de la decisión, afectarán su vínculo con los demás, de positiva o negativamente. Además, existe la probabilidad de que algún integrante del equipo haga referencia a dicha acción, lo que impactará significativamente en el viaje.

El desarrollo de la historia es muy similar a lo que hemos visto en las películas del Universo Cinematográfico de Marvel, con ese carisma y comedia tan característicos del equipo. Sin embargo, a diferencia del juego de los Avengers, siento que el título no intenta replicar lo visto en las cintas, sino que se inspira en ellas para crear algo con identidad propia. Otra cosa que ayuda a ello es el modelado de los personajes, que no intentan replicar a los actores de las cintas.

Referencias y algo más

Hay escenas en el juego que hacen referencia a lo ocurrido en las películas y cómics, que sólo los fans de hueso colorado podrán identificar. Y, no por menos importante, en algunas partes del título se nos mostrará parte del pasado de Quill, reforzando esa parte humana del personaje.

Pero hey, Quill no es el único importante aquí; en determinados puntos del juego, la narrativa se enfocará en los demás personajes y ciertos puntos de su pasado. Esto es vital para el progreso, debido a que nos ayudará empatizar e identificarnos con el resto del grupo. Sus respectivas historias, al igual que la del protagonista, se encuentran bien desarrolladas; cuentan con algunos diálogos e interacciones que genuinamente me hicieron reír en más de una ocasión.

La historia principal es entretenida y tiene buenos giros (junto con algunas sorpresas bastante agradables), pero el verdadero espíritu del juego radica en la interacción de Quill con los demás. Aunque esto no afecta en el desarrollo de la trama, ayuda a que su relación con los otros personajes sea beneficiada y/o perjudicada. Esto es algo sumamente importante al momento de los combates, ya que, dependiendo del estado del vínculo, será la efectividad con la que se desenvolverán.

Y hablando de combate…

Para empezar, tengo que recalcar que Star Lord es el único personaje jugable en el título. Aunque esto puede ser una mala señal, debo admitir que es sumamente divertido. El líder del equipo cuenta con sus confiables pistolas de plasma para poder dañar a sus enemigos; con ayuda de sus botas propulsoras, evade los ataques de los adversarios y complementa sus habilidades.

Star Lord también tiene la capacidad de ejecutar habilidades cuerpo a cuerpo, pero siendo sincero, en muchas ocasiones resultan ser sumamente inefectivos. Y pese a que el título incentiva al jugador combinar ambos tipos de ataques, las habilidades a distancia son lo suficientemente poderosas para depender de ellas en su totalidad.

El resto de guardianes son controlados por la inteligencia artificial del juego, quienes aparte de ayudarte con los enemigos, también pueden ejecutar ataques en cadena si se tiene la coordinación necesaria. Lo más atractivo de ellos es que, en plena batalla, se les puede ordenar realizar ciertas acciones para aumentar la efectividad en combate y lidiar de forma más sencilla con los adversarios.

Cada miembro del equipo posee una especialidad; Quill es el más balanceado, Rocket se centra en generar daño de área, Groot es el soporte del grupo, Drax puede desequilibrar a los enemigos y Gamora puede atacar a varios objetivos al mismo tiempo. Todos ellos poseen habilidades únicas que deberán ser usadas constantemente para poder salir victoriosos en los combates.

Más habilidades para aumentar la efectividad

Aunque los guardianes cuentan con una habilidad por defecto, a lo largo de la aventura podrás adquirir otras acciones extra para poder mejorar su rendimiento en las batallas. Mientras más se combata, se ganarán puntos para poder acceder a más ataques especiales para cada uno de los personajes. Con ello, la letalidad del grupo irá aumentando considerablemente.

Además de ello, hay un menú de perks en el que Rocket podrá fabricarle mejoras a Quill con componentes repartidos por los mundos del título. Los mismos sirven para aumentar la salud y durabilidad del escudo, ajustes para el visor de Star Lord, enfriamiento rápido para las pistolas y más. Aunque las mejoras son sumamente básicas y con poca variedad, se compensa con el hecho de que la mayoría de ellas es muy útil.

Por último, pero no por menos importante, en un determinado punto de la batalla, Quill podrá activar una habilidad con la que podrá agrupar al equipo cuando los enemigos los estén superando. Después de escuchar las preocupaciones de los personajes, tendrás que elegir la opción de diálogo correcta para motivarlos.

Si se hace correctamente, el grupo será potenciado en su totalidad, pero si se comete un error, Star Lord sólo será beneficiado, mientras que el resto no estará nada contenta con la elección, afectando su rendimiento en el combate.

It’s space time, baby

Otra parte importante en la experiencia de juego es el Millano, que funge como la base de operaciones de los guardianes. En esta nave con toques ochenteros, Quill podrá platicar con sus compañeros de batalla, planificar su próxima misión y mejorar algunas de sus habilidades. Aparte de eso, en esta nave también ocurrirán algunos sucesos importantes de la historia.

La nave no sólo se quedará relegada como una locación más, ya que hay ocasiones en las que toma el protagonismo, debido a que tendrás que usarla para sortear obstáculos y participar en batallas espaciales. Aunque tengo que recalcar que son muy pocos los momentos en los que ocurre esto, y suelen ser muy cortos.

La variedad de escenarios es bastante aceptable. Tenemos lugares que son bastante cotidianos como una ciudad industrial, hasta cosas más exóticas, como bases espaciales. En este aspecto, Eidos se puso muy creativo al momento de diseñar los lugares que se explorarán a lo largo de la aventura.

No todo es diversión en este viaje espacial

Aunque mi odisea espacial fue bastante agradable, hubo ciertos detalles que me causaron conflicto. Los lugares que se visitan a lo largo del título no pueden ser explorados a gusto, debido a que la progresión del juego es bastante lineal. Pese a que sí se te permite salir un poco del camino principal, son ocasiones bastante limitadas. Aunque no fue algo que me haya molestado mucho, dado que el título se centra más en la narrativa y en desarrollo de personajes, esto puede ser un problema para algunas personas, cosa que puede llegar a ser tediosa a la larga.

La rejugabilidad del título tampoco es estelar. Fuera de algunos coleccionables, mejoras, diálogos adicionales entre los personajes, y la opción de New Game+, no hay mucho incentivo para regresar a esta aventura; además de que el título no posee modos extra de juego, desafíos, ni misiones secundarias. El aspecto de ello dependerá de que tanto te haya gustado la historia del juego, como fue en mi caso.

Otra cosa que no me gustó fue la variedad de enemigos, No hay muchos de ellos, y aunque el título se pone creativo a veces, será cuestión de tiempo para que el juego empiece a repetirlos constantemente. Lo curioso de ello es que se usan varias razas galácticas para ocultar eso, pero al ver su comportamiento, es fácil darse cuenta que es el mismo adversario con una skin diferente.

Esto va de la mano con los jefes de la experiencia. No me malinterpreten, los enfrentamientos que hay con estos enemigos son sumamente entretenidos, pero muy escasos. Aunque el estudio cambio la cantidad por calidad, en lo personal me hubiese gustado experimentar más de estos encuentros, debido a lo bien diseñados que están.

Pese a estos detalles, las mecánicas de juego son lo suficientemente sólidas para lograr una experiencia sumamente entretenida. La historia del título toma entre 14 a 16 horas terminarla (en mi caso). Debido a que está bien narrada, y las interacciones de Quill con los demás están muy bien hechas y el desarrollo de los personajes es muy bueno, eso es el incentivo principal para seguir avanzando y ver cómo termina todo, además de presenciar alguna que otra sorpresa.

Detalles técnicos que causan conflicto

En el aspecto gráfico, debo decir que tengo sentimientos encontrados. En algunas ocasiones el juego se ve bastante bien, con detalles muy bien logrados, pero a ratos la calidad baja mucho, como si le hubiese hecho falta más trabajo a la optimización del título. Tomando en cuenta que los estudios de Square Enix si le prestan bastante atención a este apartado, me resulta conflictivo que este proyecto se vea descuidado gráficamente hablando.

Un buen ejemplo de esta afirmación son los diseños de los personajes, que pueden llegar a ser acartonados. Aparte de ellos, elementos visuales como la nieve y el agua de ciertos escenarios no lucen realistas, el pop-up de objetos es constante, entre algunos detalles más.

Los tiempos de carga son otro aspecto que resulta inconsistente. Aunque en momentos el juego no toma mucho tiempo en cargar, hay otros en donde el mismo se alarga mucho, sobre todo cuando mueres y regresas al último punto de control. En estos casos, a veces el título se tardaba entre 1 minuto y medio a 2 minutos en regresar a la partida. Por ello, no querrás fallar, no porque la experiencia sea difícil, sino para no sufrir de este problema.

El rendimiento del juego es bastante aceptable, corriendo a 30 cuadros por segundo en PlayStation 4. Aunque el frame-rate suele bajar cuando hay muchos elementos en pantalla, una gran parte de la experiencia es muy estable. En cuanto a los efectos sonoros y la música, suenan bien, pero a veces el volumen de los mismos es muy bajo, o se escucha distorsionado.

Un soundtrack estelar para un viaje galáctico

Uno de los aspectos que más me fascinó del juego fue su curaduría musical. Es bien sabido que las producciones visuales de este equipo de Marvel ofrecen una selección de temas clásicos ochenteros de varios géneros (principalmente rock y pop) que resultan en un deleite para los oídos. Y en este caso, ese aspecto regresa por todo lo alto.

La música licenciada se encuentra conformada por una selección de 28 temas de bandas como KISS, Iron Maiden, A Flock of Seagulls, Soft Cell y más. Cada una de las canciones le brinda un toque especial a la ambientación general del título, que evoca de forma nostálgica la década de los ’80 en su máximo esplendor. Además de ello, se incluyeron 10 composiones de la banda ficticia Star-Lord, que, obviamente, tiene toques ochenteros para ir de la mano con la experiencia, haciéndola más memorable de lo que ya es.

El título cuenta también con composiciones orquestadas para ambientar las batallas y los escenarios. Pero siendo sincero, son bastante genéricas y pasan desapercibidas. Aparte de ello, si tomamos en cuenta que cuando se activa la agrupación del equipo, se reproduce una canción de la lista licenciada, haciendo a un lado estas tonadas. En lo personal, hubiese preferido que los temas ochenteros del título ambientasen los combates porque le van mejor y aumentan su intensidad gracias a ello.

En cuanto a las actuaciones de voz, las mismas resultan buenas, y van de la mano con la personalidad de los personajes. Por si te lo preguntas, el título viene traducido al español, y se puede cambiar el idioma del juego desde el menú de opciones. Palomita en ese aspecto.