Porque creer en algo puede sacar lo mejor de nosotros mismos.
Al igual que otras obras artísticas, muchos videojuegos cuentan historias maravillosas basándose en el poder del amor; un valor humano que forma parte de nosotros y que por lo mismo nos permite empatizar fácilmente con lo que se nos quiere contar. Hay una infinidad de aventuras en las que el amor guía y fortalece al protagonista; sin embargo, ese sentimiento no siempre es hacia una persona o una cosa, algunas veces es hacia algo más grande, algo intangible, un ideal.
Para este M# Picks quisimos alejarnos de las tradicionales listas románticas de febrero para crear una que explore el amor como motor para cumplir un sueño, ya sea para alcanzar un bien común o para lograr un objetivo personal. Y es que los videojuegos nos han enseñado que creer en algo otorga una especie de superpoder que permite sobreponerse a todo tipo de adversidades, demostrando así que nuestro mayor ímpetu proviene de nosotros mismos.
Sin más preámbulos, aquí te dejamos la lista con aquellos juegos que nos cautivaron por sus historias fundamentadas en el amor por un ideal.
el luminario–Dragon quest xi
Dragon Quest XI es uno de los juegos más épicos que he podido disfrutar en los últimos años. Nunca he sido fan de los JRPG, pero el increíble apartado visual de este título hizo que me animara a darle una oportunidad; y vaya que fue un gran acierto.
La trama es simple: Eres el elegido para derrotar al señor de las tinieblas y salvar al mundo. Sin embargo, es todo lo que rodea a esta aventura lo que hace que este juego sea tan especial y por lo que entra en este M# Picks. Y es que durante su viaje, el héroe –mejor conocido como el Luminario– crea grandes amistades que dejan todo con tal de ayudarlo a cumplir su destino.
“Luminario, nosotras juramos protegerte. Mientras vivamos nadie podrá derrotarte”. Esas fueron las palabras de Verónica y Serena cuando conocieron al Elegido. Nunca antes lo habían visto, pero conocían la leyenda, sabían lo importante que era y por eso decidieron contribuir a la causa, sin importar los peligros que eso implicaba. Y así cada nuevo integrante que se unía al grupo tenía sus motivos para ayudar al Luminario, ya fuera por una creencia, una deuda o simplemente por redención.
La magia de Dragon Quest XI radica en lo entrañable de sus personajes. El motivo por el que conecté tanto con este juego fue porque realmente me sentí en un viaje con mis mejores amigos.
OLIver – NI NO KUNI: WRATH OF THE WHITE WITCH
Tal vez los que hayan jugado el juego se estén preguntando; ¿No se supone que Ni no Kuni habla sobre el amor de un niño a su madre y que, motivado por ello, embarca una aventura épica para salvarla en el otro mundo? Pues si, así es, sin embargo, aunque ese es el deseo de Oliver cuando iniciamos el juego, mientras avanzamos en la historia, nos damos cuenta de que hay algo más en el.
Oliver llega como un niño tímido a este mundo, dolido por perder a su madre, su guía, y la persona que más amó en toda su existencia. Sin embargo, al darse cuenta del enorme poder que guarda en su interior y al enterarse que este es la clave para poder liberar al otro mundo de la tiranía de la bruja blanca, se arma de valor para cumplir esa misión.
A lo largo del juego, podemos ver que Oliver usa ese poder para el bien y ayudar a los habitantes cuyos sentimientos han sido bloqueados. De ahí, va aprendiendo que ese amor, ese deseo de volver a ver a su madre, lo han convertido en un niño que ha vencido a sus miedos y es consiente del gran poder que tiene, y que esta dispuesto a proteger a quienes ahora se han convertido en sus amigos.
Esta conmovedora historia habla sobre un miedo que quizás todos nosotros hayamos tenido cuando éramos niños; el perder a su madre. Pero, en caso de Oliver, ese amor a su madre le enseñó la lección más importante: el poder afrontar tus miedos sin ese ser querido. Y es por eso que ese deseo por volver a ver a su madre se convierte en un ideal. En el ideal de crear un mundo mejor.
Pero… ¿Qué hay de su secuela?
Evan – NI NO KUNI II: REVENANT KINGDOM
No quise dejar de lado la secuela de este excelente título, puesto que también siento que tiene mucho que hablar sobre la parte del amor, debido a que la aventura de Evan Pettiwhisker Timoteo tiene el ideal de unir a todos los reinos de forma pacífica.
Al inicio del juego, Evan es despojado de su trono por los ratócratas, una de las comunidades en conflicto en el mundo del título. Sin embargo, en vez de cobrar venganza, decide crear uno nuevo desde sus cimientos, en donde buscaría unir a todos los reinos en uno sólo, para ponerle fin a todos los conflictos presentes en ese mundo.
Poco a poco, Evan empieza a hacer amigos de todos los reinos, haciendo ver que esta unión sea posible. Sin embargo, cuando llega al palacio de los ratócratas, su líder sigue resentido con la raza de los felineses, pero, al momento de vencerlo, se da cuenta de que Evan no quiere poder, sino que quiere limar asperezas con los demás reinos y protegerlos para que no haya más guerras ni sufrimiento.
Ni no Kuni II: Revenant Kingdom habla sobre el amor y la ilusión de unir a todos los reinos en uno sólo no para conquistarlos, sino para crecer juntos y poder progresar entre todos para crear un mundo mejor. Y, pese a ser rey a muy corta edad, Evan comprende que un rey no es aquel que gobierna, rey es aquel que esta dispuesto a hacer lo mejor para su gente.
la Hermandad y la familia – Gears of War 3
De acuerdo a los antigüos griegos, había distintas formas en que el amor se manifiesta: eros, ágape, manía, storge y philia. En esta entrega de 2011 quisiera centrarme en estos dos últimos, pues representan el afecto hacia los hermanos y amigos respectivamente.
Parecería que en el violento y brutal mundo de Gears of War, no hay espacio para otra emoción que no sea el odio y la tristeza. Mas en la trilogía original de la serie, nada nos deja más en claro que la familia no necesariamente la forman los lazos de sangre.
Y es en la tercera en donde el amor hacia dicha hermandad, se pone a prueba al máximo con la amenaza de los Locust y Lambent. Lo anterior no sólo se pone de manifiesto dentro de la historia, si no también en la caótica campaña en donde hasta cuatro jugadores deben cooperar para sobrevivir.
A estas alturas muchos ya conocemos el destino de uno de sus personajes principales, así como las verdades familiares que se revelan en este capítulo. Sin embargo considero que su ejecución fue tan bien lograda (me inclino por su versión en español latino), que el juego merece disfrutarse más de una vez.
Elizabeth y el amor por lo otro – Bioshock Infinite
El amor es muchas cosas, dependiendo de a quién se lo preguntes. Deseo y anhelo son las primeras palabras que me vienen a la mente cuando pienso en el amor, pero no lo entiendo como un fin en sí mismo. El amor puede ser un motor que nos motiva a hacer, contemplar y reflexionar.
En Bioshock Infinite Booker DeWitt —el protagonista— se encuentra con Elizabeth, una joven que había permanecido en Columbia —una ciudad flotante— desde que tiene memoria. Alejada del suelo y confinada a una habitación, las únicas ventanas al mundo que Elizabeth tuvo hasta su encuentro con DeWitt fueron gracias a los libros que adornan la escena del primer encuentro entre estos personajes.
“¿Eres real?” Es lo primero que enuncia Elizabeth con un rostro alegre al percatarse que está frente a otra persona tras quiénsabecuanto tiempo encerrada.
Elizabeth se libra de su confinamiento y se adentra en un mundo que solo había visto a través de ventanas empañadas y borrosas. Todo lo que ve es nuevo para ella, a pesar de saber como nombrarlo. El mar, la música y la gente; una avalancha de experiencias se viene sobre la joven y cada segundo en el mundo le motiva a seguir andando.
Sin importar cuanto tiempo pase, miramos a Elizabeth deteniéndose esporádicamente a mirar con curiosidad cada rincón del mundo que exploramos. Quizá un cartel o una fachada, no importa, cada esquina guarda para ella algo que apreciar y contemplar.
La historia de estos dos acompañantes muta, se transforma y se complica, pero desde su presentación hasta su epílogo Elizabeth muestra un radiante interés por todo lo que le rodea.
¿Es amor querer alcanzar algo con todas tus fuerzas?, ¿qué pasa cuando lo alcanzas? Amar algo —o a alguien— no significa ansiar su posesión, sino inspirarte de aquello que amas para seguir andando —y seguir amando—. Elizabeth anhelo el exterior durante su encierro y ahora, en libertad, no puede evitar contemplarlo y cuidarlo.
amor por tu cultura – This war of mine: Fading embers
El país donde nacemos viene cargado de un bagaje histórico y cultural que se remonta siglos o incluso más, y durante nuestra infancia se nos inculca este amor a la patria, a sentirnos orgullos de nuestra cultura, aunque en términos reales quede muy poco de la misma en la actualidad; a idealizar nuestro pasado para enfrentar nuestro futuro con los cimientos que nuestros ancestros pusieron para las futuras generaciones.
Si bien hay muchas personas que ven en las fronteras y en estas identidades construidas a partir de territorios y banderas tan cambiantes durante los años como algo absurdo, es cierto que muchos aman el sentido de identidad y pertenencia que una cultura y una historia representan.
Pero qué pasa cuando alguien decide que tu cultura debe ser borrada del mapa por el puro hecho de querer tu territorio, o por conflictos por intereses o resentimientos que poco o nada tienen que ver con la población general. ¿Qué estarías dispuesto a hacer por esa cultura y esa historia que tanto pregonas amar?
Este es el tema central de Fading Embers, un capítulo DLC de This War of Mine que se enfoca en lo que significa la historia, la cultura y sus diversas representaciones para distintas personas. Algunos lo ven como algo sagrado prácticamente, dispuestos a poner en riesgo tanto su vida como ajenas si eso asegura que un libro, o una pintura “sobreviva”; mientras que otros los usan como herramientas o monedas de cambio con tal de seguir un día más vivos.
¿Son más importantes los objetos físicos o es más relevante la memoria y cultura colectiva? ¿Es más importante el amor por tu familia, vecinos y amigos o el que sientes por tu patria? Fading Embers en realidad no nos da respuestas, pero en este amor inculcado que todos tenemos por nuestro lugar de origen el juego nos invita a hacernos esas preguntas, tan crueles y tristes pero que miles de personas podrían estarse haciendo ahora mismo.
El amor a la música – Guitar hero iii: legends of rock
No importa cuál sea tu género predilecto, a todos nos gusta la música. Hay personas que escuchan a su artista favorito mientras estudian, en el trabajo, durante el camino a casa, en reuniones con amigos (qué tiempos aquellos…), como soundtrack dominguero para ponerle ritmo a la escoba y al trapeador, o simplemente porque sí. Pero al amor a la música va un poco más allá.
Aunque es difícil de explicar, amar la música significa agregar un nivel a tu pirámide de Maslow sin el cual simplemente no puedes concebir tu existencia. Los amantes de la música encontramos en este bello arte un sinfín de emociones que ningún otro podría igualar, una forma de expresar lo que no puede ser dicho, y una satisfacción que nos hace querer volver a ella una y otra vez. Algunos escuchan con el oído, otros sentimos con cada centímetro de nuestro ser. Y ser sin la música es un error, como diría Nietzsche.
Aunque el momento de “enamoramiento” hacia la música nunca es igual, y sucede en diferentes etapas de la vida para cada uno de nosotros, poco a poco nos convirtió en lo que somos ahora. Es este mismo amor el que despierta el deseo por aprender a tocar un instrumento, cantar, componer o escribir y, ¿por qué no? armar tu propio grupo y salir a dominar al mundo.
Y precisamente Guitar Hero se encargó de que este sueño estuviera al alcance de todos. No importa si nunca has tenido una guitarra de verdad en tus manos, si tu corazón late al ritmo del rock, GH te hará sentir la estrella más grande de la historia.
El auge de Guitar Hero ocurrió en generaciones de consolas previas; con cada nueva entrega nutría su catálogo musical, dedicó un par de ediciones a populares agrupaciones e incluso agregó más instrumentos para la experiencia grupal definitiva. Sin embargo, Guitar Hero III: Legends of Rock es considerado por muchos el mejor de la serie por contar con un grandioso catálogo de canciones y mecánicas de juego amigables pero también divertidas. Podía convertirse en una experiencia muy agradable para compartir con tus amigos mientras escuchaban buena música en su dificultad media o baja, y un verdadero reto que te hacía sudar y terminar con las manos entumidas de dolor con el nivel experto.
La historia de GH III no era muy sobresaliente, pero estoy seguro de que eso fue hecho a propósito para dejar brillar al verdadero personaje principal de este videojuego: el amor a la música.