Quizá no sea un juego emocionante, pero no necesita serlo porque es relajante y adorable.
Debo confesar que prácticamente no tengo juegos en mi celular pues, casi todos los que me gustan requieren de toda mi atención por el momento; sin embargo, de manera reciente me encontré con un título para móviles que resultó ser una interesante excepción: Pingo Park.
Este juego es el más reciente desarrollado por el estudio mexicano HyperBeard Games en colaboración con Cometa Games y lo que me llamó la atención, además de su presentación kawaii, es que posee mecánicas simples pero lo suficientemente entretenidas para dedicarle mucho tiempo.
Básicamente, el juego empieza cuando un iceberg se rompe y naufraga con varios huevos de pingüino encima. Luego de algunos instantes a la deriva y bajo el cuidado de un curioso sol (que me gustaría apareciera en el resto del juego) dichos huevos comienzan a eclosionar y es entonces cuando, a modo de tutorial, debemos combinar dos para formar pingüinos bebé y luego repetir la acción hasta conseguir a Pongo, un lindo pingüino que es rescatado por una foca que lo lleva a Pingo Park, sitio que da nombre a la app y donde jugarás el resto del tiempo.
Pingüinos, focas y mucha paciencia
¿Recuerdas que mencioné lo simple que son las mecánicas de este título? Pues sí, lo son. Y es que, prácticamente hay que repetir una y otra vez lo que aprendemos en el tutorial; es decir, combinar dos personajes idénticos para obtener una nueva ave.
Los pingüinos que debemos combinar son traídos cada cierto periodo de tiempo por la foca que rescató a Pongo al comienzo. Cada vez que terminas de recibir a los bebés, se va para rescatar más. Conforme alcanzas nuevos niveles, empiezas a recibir pingüinos más avanzados, algo que en apariencia podría verse como una ventaja pero lo cierto es que cada ronda recibes menos rescatados.
Aunado a lo anterior, el tiempo que la foca se tarda en rescatar aumenta con cada ronda y aunque en un principio sólo hay que esperar algunos segundos, conforme prosperas esto aumenta incluso a minutos. Para acelerar el regreso es posible ver anuncios o usar gemas (que puedes recibir gratis a diario con el pase VIP o comprarlas en la tienda del juego con dinero real.); sin embargo, después de tres rondas de anuncios es necesario esperar una ronda completa.
Es aquí cuando el juego puede dividir opiniones pues mientras que para algunas personas pudiera convertirse en algo tedioso el tener que esperar, otros quizá lo vean como algo sensato. Personalmente, al principio me parecía un fastidio tener que esperar pero las pausas entre cada entrega por parte de la foca ayudan a que no te envicies tanto con el juego. Creo que si tuviera un flujo constante de pingüinos nunca me despegaría del celular. El mayor inconveniente que encontré es que sueles recibir un número impar de estas criaturas por lo que siempre tendrás una combinación a medias y el deseo de no completar la siguiente pareja hace que caigas en la tentación de ver anuncios.
Una experiencia recomendada para coleccionistas
Algo que creo logra resaltar de Pingo Park, es el hecho de que posee otros elementos que hacen un tanto más disfrutables e interesantes las sesiones de juego, en especial para aquellas personas que gustan de coleccionar objetos ya que la aplicación ofrece diferentes artículos desbloqueables, comenzando por los propios pingüinos.
Si hay algo que caracteriza a los juegos desarrollados por HyperBeard, es que los personajes están diseñados de tal modo que logren cautivar a los usuarios; Pingo Park no es la excepción. A raíz de esto, resulta inevitable no generar un deseo por descubrir qué nueva especie aparecerá después con el único objetivo de tenerlos a todos.
Pero combinar aves no es la única actividad disponible en el título ya que también es posible desbloquear flotadores gratuitos y modificar el parque para darle una personalidad. Puedes cambiar el diseño de las plataformas y la apariencia general del sitio. A mí me gusta que todos los flotadores sean idénticos y mi temática favorita para el parque es la de dinosaurios.
Otros artículos coleccionables que se incluyeron en el juego son piezas de rompecabezas, mismas que conforme obtengas se almacenarán en la “Libreta de Visitantes”, que no es sino una galería en donde una vez llenos, cada rompecabezas forma una imagen. Algo que sí debo señalar es que, a menos de que compres las piezas de rompecabezas con gemas, resulta casi imposible completar dichas imágenes porque todas las piezas que recibes de forma gratuita son aleatorias. La verdad, esperaba que juntar piezas involucrara armar tú mismo un rompecabezas pero estos se arman por sí solos.
Navegando entre microtransacciones y anuncios publicitarios
De toda mi experiencia con el juego, definitivamente lo que más debo criticar es el tema de las microtransacciones y el cómo se obtienen monedas y gemas. Las monedas se utilizan para comprar pingüinos, todo lo demás se consigue mediante gemas. Aunque ganas monedas con cada ave que rescatas, lo cierto es que éstas son insuficientes y en caso de querer comprar pingüinos será necesario realizar otras actividades como pescar, tocar a los pelícanos, recoger una recompensa flotante, usar el cofre, girar la ruleta o cumplir misiones.
En el minijuego de pesca, tienes que tocar repetidamente la pantalla para conseguir una recompensa. Esta actividad se incluye en la descripción del juego como una de sus características principales pero en mi opinión sería mucho mejor que no estuviera pues además de ser aburrida, tiene un gran glitch; después de que pescas las dos recompensas del día y pasa el tiempo, recibirás una notificación que te dirá que tienes recompensas disponibles pero si intentas pescar, el pingüino pescador crecerá hasta que abarque toda la pantalla.
Ayuda! pic.twitter.com/wDWhs3NAZB
— Earth is dying, help me Jesus (@axayacatlh) July 27, 2019
Ahora bien, las recompensas flotantes aparecen mientras combinas pingüinos y suelen ser parte de las misiones diarias. Para reclamarlas sólo hay que tocarlas antes de que se hundan y aunque en general es fácil rescatarlas, a veces aparecen mientras modificas la apariencia del parque y es imposible hacerlo. El pelícano funciona de la misma manera con la diferencia de que reproduce un anuncio cuando lo tocas. Sobre este tema, se entiende que es un juego free-to-play y que el estudio debe generar ganancias de algún modo, pero en lo personal sí encuentro molesto el hecho de que casi todas las formas de obtener monedas o gemas sean a cambio de ver anuncios.
Quizá, las misiones diarias son mi manera favorita de conseguir monedas, pues lo único que debe hacerse es cumplir pequeños objetivos al jugar normalmente. Cada día hay tres misiones y cada misión que completes te da monedas; si completas las tres recibes una recompensa extra. Hay días en los que no consigo cierto pingüino nuevo pero no me siento derrotado porque al menos cumplí con las misiones.
¿Vale la pena rescatar pingüinos?
Si bien es cierto que existen muchos otros juegos con esta dinámica de combinaciones y coleccionables, usualmente son más vistosos e incluyen un sinfín de luces, sonidos y colores para que juegues por horas y horas. Pingo Park es diferente porque limita tu tiempo de juego y se enfoca en ser una experiencia tierna y relajante.
La música es sin duda mi parte favorita del juego, tan es así que cuando termino mis combinaciones a veces dejo la aplicación abierta sólo para escuchar la música mientras hago otra cosa. Los efectos de sonido también son agradables, muchas veces los juegos móviles están diseñados para que los efectos de sonido sean adictivos pero aquí apenas y se notan.
En conclusión, pienso que la parte de combinar pingüinos y la música en conjunto dan como resultado una experiencia entretenida que se ve afectada por todo el contenido “extra”, que básicamente me parece una manera elegante manera de presentar anuncios publicitarios. Si quieres distraerte de la vida por cinco minutos de vez en cuando, creo Pingo Park es una buena opción.