Celebramos el regreso de este mítico título analizando todos los elementos que lo volvieron un juego que logró quedarse en el corazón de muchos videojugadores.
Ya lo hemos mencionado anteriormente: nos encontramos en una época en la que los videojuegos han evolucionado para dejar de ser vistos como simple entretenimiento. Ahora son vistos como un medio que puede entregar experiencias que se sienten personales y buscan que el jugador se sienta inmerso en el mundo presentado; entregándonos un cambio radical a lo que eran en el pasado.
Sin embargo, no todos han recibido estos cambios de la mejor manera. Existe un sector de estos jugadores que, no solo no se sienten cómodos ni identificados con los juegos modernos, sino que han desarrollado un sentimiento de añoranza por el pasado, cuando todo era más sencillo y el único objetivo de un título era divertirse a lo grande.
Y es gracias a esta añoranza al pasado que los estudios deciden crear títulos que no sólo evocan glorias pasadas, sino que, si todos sus factores son bien aprovechados, puede dar como resultado un juego que atrape tanto a las viejas como nuevas generaciones. Y este fue el caso de Scott Pilgrim vs. The World: The Game.
Un mundo lleno de rock, sátira, y muchas, muchas referencias
Tengo que admitir que mi primer acercamiento al mundo de Scott Pilgrim fue bastante negativo. Recuerdo que era el 2010 y yo me encontraba en búsqueda de nuevas novelas gráficas para leer, y me topé con la obra de Brayan Lee O´Mailey. Tras leer su premisa, me pareció bastante estúpida, pues se trataba de un joven descuidado de 23 años que, tras quedar enamorado de una chica misteriosa, debe de derrotar a sus 7 malvados ex-novios para poder avanzar en su relación.
La verdad, creí que se trataba de una historia romántica del montón, por lo que la deseché inmediatamente. Sin embargo, tras fallar en encontrar algo que captará mi atención, me obligue a mí mismo a adquirir el primer tomo de esta serie, siendo consiente que me esperaba algo muy malo. Y vaya que me equivoqué.
La esencia del encanto de Scott Pilgrim
Por cada tomo que leía de la serie, más me encontraba inmerso en este maravilloso mundo. Y no es para menos, ya que O´Mailey hizo un excelente trabajo en desarrollar a los personajes de su historia, incluyendo un poco de sátira dentro de ella. Esto último es representado mediante el personaje de Scott, cuya personalidad satiriza al clásico héroe de los comics y el manga, porque, pese a que tiene un pasado duro, nunca deja de ser un nerd cool.
Aparte de esto, la trama de la novela oculta más de lo que aparenta. No sólo se trata de una historia romántica; pues su tema central habla sobre la auto superación, que es representada en la relación de Scott y su pareja, Ramona Flowers. Mientras va avanzado la trama, va conociendo más de su pasado mediante sus ex-novios y se ve reflejado en ella; una persona que no tiene ni idea de cómo llevar su vida, y cuyas decisiones han dañado a varios a su alrededor, haciendo que se sientan resentidos hacia él.
Al darse cuenta de eso, decide darle un rumbo a su vida y empieza a ser más responsable de sí mismo, madurando como persona y pasa de ser de un fracasado a alguien que ha encontrado su equilibrio como ser humano, logrando progresar en su vida y en su relación.
Pero hey, no todo es serio aquí, pues si algo caracterizo a esta genial historia, es la manera en cómo se presenta todo. Tomando inspiración de su propia vida, el autor combina los sucesos cotidianos con un toque de fantasía, creando una realidad extravagante y atractiva para el lector, satirizando la forma de vivir de Canadá, país donde es originario O´Mailey.
Algo que ayuda a esta extravagancia es el dibujo de la obra. Tomando como inspiración a Ranma ½, creación de Rumiko Takahashi, el arte mezcla conceptos básicos del comic norteamericano y aspectos del manga, generando un aspecto único para sus personajes y su mundo, dando como resultado un híbrido entre comic y manga.
Algo que definitivamente tenemos que mencionar son las numerosas referencias que el autor implementó en su obra. Estas van desde el nombre del personaje (debido a que se llama igual a una canción de la banda Plumtree), hasta otros medios como el cine, los videojuegos, la música y más, las referencias a la cultura pop son incontables. Y, fuera de ser un complemento, forman parte importante de la historia, nutriéndola y haciéndola más única de lo que ya es.
Sorpresivamente, la serie resultó todo un éxito para la editorial OniPress y para el propio O´Mailey. Esto hizo que el publisher vendiera los derechos de la obra en el 2010 para realizar una película, que fueron adquiridos por Universal Studios. Como sabemos, la cinta, dirigida por el británico Edgar Wright, a pesar de haber sido una adaptación muy buena, fracasó en taquilla, pero obtuvo éxito en su lanzamiento casero, volviéndose de culto.
En cambio, el juego, desarrollado por Ubisoft, lanzado en el mismo año que la película, no fue un título hecho al aventón; pues es un cúmulo de referencias a la cultura pop y a la obra original, que contó con los elementos necesarios para conseguir un lugar entre el corazón de los videojugadores.
La cultura pop hecha videojuego
El primer detalle que resalta del juego es el estilo gráfico del mismo. Este respeta la estética que O’Mailey le dio a su obra, pero adaptándolo a un pixel art totalmente hermoso, que le queda como anillo al dedo al universo de Scott Pilgrim. Además, los diseños de los personajes no sufrieron cambio alguno, y están llenos de animaciones fluidas que hacen que sea todo un deleite verlas.
Los escenarios del juego son muy variados; estos van desde calles repletas de nieve, templos ninja, una base futurista, y muchos más. Todos están llenos de detalles a más no poder, cuentan una iluminación bastante vistosa, planos de movimiento fluidos y algunos tienen efectos climáticos muy bien logrados, aparte de que varios de ellos pueden interactuar con el jugador. Y varios de los fondos también cuentan con animaciones y detalles ocultos que les dan más riqueza a estos lugares.
Tal vez se preguntarán porque me detuve primero con el apartado gráfico, los escenarios y los personajes del juego. Sencillo, porque aquí radica un aspecto muy importante; la adaptación de la obra original al juego. Y es que este pixel art hace referencias directas al mundo de Scott Pilgrim; varios sucesos ocurridos en el comic, objetos característicos del mismo, y hasta la carretera subespacial está presente en el título, trasladando a la perfección la esencia del trabajo de O’Mailey.
Por si fuera poco, el título no se queda ahí e incorpora referencias a la cultura pop y al mundo de los videojuegos. Series como Super Mario, The Legend of Zelda, Resident Evil, Mega Man y más son referenciadas en esta celebración de lo retro, que, aparte de rendirle un gran tributo al medio, evocan por todo lo alto la estética de los juegos de la era de los 16-bits.
Tú contra el barrio
Otro detalle que adapta el juego de la obra son las excelentes peleas, que son representadas en el género del juego, un beat´em up de la vieja escuela hecho y derecho. Y, si, a lo lejos podría parecer que el título toma inspiración de clásicos como Final Fight, Double Dragon, Streets of Rage y más, pero, cuando se empieza a jugar, uno se da cuenta de que el juego es su propia cosa.
El juego cuenta con cuatro personajes a elegir: Scott Pilgrim, Ramona Flowers, Stephen Stills, y Kimberly “Kim” Pine, todos ellos pertenecientes al universo de Brayan Lee O´Mailey. Y, adicionalmente, un personaje extra puede ser desbloqueado cumpliendo requisitos específicos, que no mencionaremos por motivos de spoilers.
Cada uno de estos personajes cuentan con los mismos movimientos básicos, pero también tienen a su disposición varias habilidades únicas que serán de utilidad a lo largo del juego. Sin embargo, una de sus mecánicas importantes es que, entre más enemigos derrotemos, ganaremos experiencia y subiremos de nivel. Esto nos ayudará a incrementar nuestro set de habilidades y estadísticas como salud, fuerza, velocidad y más, dándole su propio estilo de juego a cada uno de los protagonistas.
Variedad y dificultad en el mismo lugar
La variedad de enemigos es bastante… Interesante, por decirlo de alguna manera. Tenemos a los clásicos matones genéricos, adversarios pesados y musculosos, algo que no puede faltar en un juego de este tipo. Pero, como estamos en el mundo de Scott Pilgrim, el título se aloca y suelta cosas muy extravagantes como ninjas, robots, aliens, zombies, paparazzis y más que seguramente te harán reír y/o sacarte una expresión de extrañeza.
Sin embargo, tengo que recalcar una cosa; la dificultad del título es bastante alta. En un determinado punto del juego, los enemigos se volverán más agresivos y empezarán a llegar en hordas bastante grandes, lo que hará que tengas que dominar a la perfección las mecánicas centrales y así, mejorar y prepararte ante los niveles superiores. Sin embargo, aunque domines bien tus habilidades en el combate, el juego siempre encontrará una manera para trabarte en una sección determinada.
Los jefes también forman un papel fundamental en la alta dificultad del juego. Estos tienen un patrón diferente que deberás averiguar para explotarlo y así, descubrir sus habilidades. Pero no hay que confiarse, ya que estos siempre tendrán una sorpresa para el jugador que hará que toda su estrategia tenga que ser modificada. Todo esto en conjunto hace que el título sea retador en todo momento, pero no se siente injusto, e incentiva al usuario a mejorar constantemente en él y así, seguir progresando en la aventura.
Progresión al estilo retro
Pero, algo que hace esta tarea más amena, es que el sistema de progresión del juego es bastante robusto. Como todas las personas están hechas de monedas en el universo de Scott Pilgrim, al derrotar a los enemigos, soltarán dinero. Dicho dinero podrá usarse en tiendas repartidas a lo largo de los niveles para comprar desde comida e ítems que nos ayudarán a recuperar salud, objetos consumibles que se guardan en caso de emergencia, y mejoras permanentes para tus estatus.
Y hablando de niveles, el diseño de estos resulta ser excelente. Cada uno de los 7 niveles del juego tiene un encanto único, repleto de detalles, objetos que pueden usarse a tu favor y algunos cuentan con un buen nivel de plataformeo. Aunque incluyen los clásicos peligros ambientales, que, aunque pueden afectarte, si eres lo suficientemente ingenioso, puedes aprovecharlos para acabar a tus enemigos más rápido. Además, el título recompensa tu curiosidad, ya que habrá ciertas zonas secretas que podrán ayudarte a ganar más dinero o dándote ítems especiales.
Uno de los encantos del juego es la posibilidad de pasar el juego a lado de 2 o 4 amigos de forma local. Y, pese a que existe el fuego amigo y su dificultad aumenta de forma considerable, la diversión y la satisfacción de concluir alguno de los niveles a lado de gente que quieres, es incomparable.
Sin embargo, no todo es perfecto. Lo cierto es que, debido a su género, estamos ante una experiencia relativamente corta, con apenas superando las 4 horas de duración. Y, si le sumamos que al subir a un personaje al máximo nivel el juego pierde mucho reto, le quita puntos a su rejugabilidad.
Pero, para compensarlo, tenemos la posibilidad de subir a todos los personajes de nivel, lo que le dará más extensión al título. Y, como dato extra, tenemos algunas dificultades adicionales que le darán el doble de reto a la gente que quiera mejorar aún más sus habilidades.
Música + 8-Bit: Chiptune magic
Cuando hablamos de este título, es imposible no mencionar a su fantástica banda sonora, que fue uno de los factores por lo que este título volvió locos a sus jugadores. Compuesta por la banda neoyorquina Anamanaguchi, estos músicos aprovechan sus instrumentos junto a sus chips de sonido del Game Boy y del NES para crear un soundtrack variado y muy bien trabajado que cuenta con un encanto único.
La variedad de tonadas es bastante buena; contamos con melodías melancólicas, movidas, relajadas y tensas que complementa muy bien la intensidad de los combates. Y, considerando el hecho de que las influencias de la banda de grupos como Weezer, Beach Boys y más, están presentes en el soundtrack, les da más variedad a las pistas.
Scott Pilgrim vs. The World: The Game – Original Soundtrack
No es de extrañarse que esta banda sonora, debido al encanto que posee, se haya hecho de culto al igual que el juego. Esto hizo muchos amantes del chiptune buscaran desesperadamente una copia física de la misma. Y, aunque estuvo descontinuada por un tiempo, ya puede pre-ordenarse en una versión vinilo.
El legado de un juego de culto
Como pudimos ver, Scott Pilgrim vs. The World: The Game significó un viaje por completo al pasado. No sólo adapto de forma sensacional la obra original en la que se basó mediante su arte pixel-art, sino que le rindió tributo al mundo de los videojuegos con incontables referencias a este hermoso medio.
Además, sus excelentes mecánicas de beat´ em up combinadas con elementos RPG, su elevada pero justa dificultad, su excéntrica variedad de enemigos, un gran diseño de niveles y escenarios y su excelente música, hizo que el juego tuviera impacto. Y tuvo lo necesario para atraer a los amantes de los juegos retro, así como a los jugadores que eran ajenos a este tipo de títulos, dejando una huella en la comunidad video jugadora.
Desafortunadamente, en el 2014, Ubisoft removió el juego de las tiendas digitales de la época, la PlayStation Store y el Xbox Live Arcade. Aunque se especula que fue debido a la expiración de la licencia, esto no está realmente confirmado. Pero lo que sí se pudo comprobar fue la tristeza de los jugadores al ver este genial título fuera del alcance del público, convirtiéndose en un juego perdido. Al menos, hasta finales del año pasado.
Tras 6 años desaparecido, Ubisoft anunció en septiembre del año pasado el regreso de este amado título. Ahora, ya se puede disfrutar de el en las plataformas modernas, cuyo lanzamiento se produjo hace apenas un par de semanas.
Este relanzamiento, aparte de traer gráficos remasterizados, incluye todos sus DLC´s, con modos y dos personajes extra. Además, cuenta con la posibilidad de jugar en línea con amigos, ideal para estos tiempos de contingencia y sana distancia.
El regreso de este título debería ser el incentivo para probarlo por primera vez o jugarlo de nuevo, y así, traer de nuevo viejas glorias y la obsesión que nos causaban los juegos retro al intentar pasarlos. Y la recompensa era una satisfacción inigualable, que se plasmaría en nuestra memoria como un recuerdo que añoraríamos para siempre, justo el mismo sentimiento que causó este título al desaparecer de forma inesperada.