Combate a la maldad y a la locura en este título desarrollado por Red Hook Studios.
De entre los rincones más alejados del mundo, surge un oscuro territorio plagado de espantosas criaturas, trampas mortales y terribles secretos. En este lugar, la insana obsesión de un acaudalado noble desató la maldad, el terror y la locura. Las criaturas más infames, las plagas más terribles y el pánico subsecuente, se esparcieron por toda la mansión, así como otros lugares aledaños.
Ahora, depende del heredero del abandonado yermo y de un grupo de aventureros, recuperar todos los sitios asediados por las infames amenazas. Así mismo, deberán enfrentar a sus demonios internos mientras se internan en cada rincón de los calabozos más oscuros. Bienvenidos a Darkest Dungeon.
Una historia llena de conflictos, ruina y desesperación
Darkest Dungeon, es un videojuego de exploración de calabozos o dungeon crawler con elementos de supervivencia. Este título roguelike con elementos de fantasía oscura, fue desarrollado por el estudio independiente Red Hook Studios.
Como te podrás haber dado cuenta en el prólogo de este artículo, al momento de iniciar esta tétrica aventura, me di cuenta de que tomé el rol del heredero de dicho lugar. Por lo tanto, inmediatamente cayó sobre mis hombros la responsabilidad de reclutar, entrenar, equipar y guiar a todos mis guerreros en la sombría lucha por recuperar el feudo. Además de exterminar a las bestias, soldados no muertos y otras abominaciones, mi equipo y yo debíamos internarnos en varios mapas y cumplir los objetivos a lo largo de cada misión.
Uno de los aspectos que más me agradaron de Darkest Dungeon, fue que su ambiente pesimista y su cruda historia, se entrelazaba con cada objetivo principal o secundario, sin importar si salía victorioso o no de cada encomienda. Este juego, siempre crea retos para quienes gusten de experiencias difíciles y gratificantes a la vez. El triunfo y el fracaso, me motivaron por igual a seguir investigando por qué todas las zonas explorables, cayeron ante la maldad.
Por si esto fuera poco, la sombría narración de Henry June, –quien realizó los audiolibros de H. P. Lovecraft– provee el tono adecuado para narrar la siniestra odisea, así como describir cada épico momento y cada oscura revelación. Además como lo mencionaré mas adelante, sus mecánicas de juego cuentan con elementos me recompensaron y frustraron por igual.
La guerra contra la oscuridad es tanto externa como interna
Si algo puedo decirte de Darkest Dungeon, es que es una experiencia donde no hay espacio para el error. Cada uno de de mis encuentros con el enemigo, dependía de cómo y dónde colocaba a mis aliados a lo largo de cuatro casilla. Así la posición con respecto a mis adversarios, determinó las habilidades y acciones disponibles en mis soldados.
Por ejemplo, mientras que un soldado de la clase Cruzado, se desenvolvió óptimamente en la primera o segunda línea de combate, otros personajes funcionaron mejor en la tercera o cuarta línea, tal es el caso del Ocultista o la Excavadora de tumbas. Inclusive, hubo ciertas clases de héroes cuyas mecánicas poco ortodoxas, les permitieron saltar entre una casilla y otra.
Aparte de las batallas por turnos contra los monstruos, mi grupo de aventureros debió lidiar con los daños por esfuerzo causados por el estrés. El avance de dicha fatiga se notó en un indicador ubicado debajo de la barra de salud.
Cuando el indicador llegó a su límite, el personaje experimentó dos clases de resultados: podía caer en la desesperación e involuntariamente hacer acciones que complicasen la tarea del grupo; o bien, respondía positivamente al estrés y ayudar a sus otros compañeros.
Sin importar el resultado anterior, cada misión dejaba una marca en la psique de mis soldados sobrevivientes, además de otras recompensas monetarias y alguno que otro secreto revelado. Este efecto podía ser tanto benéfico como perjudicial, volviéndose una característica que definía a todo mi repertorio de de personajes.
De igual manera, mientras más me adentraba en Darkest Dungeon, aquellos que permanecían en pie junto a mí deambulaban entre la genialidad, la excentricidad, la locura y la muerte. Ésta última es un pilar importante en este título, pues al contar con la mecánica Permadeth, cualquier personaje caído en batalla fue removido permanentemente de mi repertorio.
En resumen, me tomó algún tiempo aprender cómo funcionaba el gameplay de Darkest Dungeon y cada uno de sus elementos únicos. Pero eso último, fue lo que lo volvió una grata experiencia personal, misma que hasta el presente me sigue maravillando. Sin embargo, sus mecánicas difíciles de dominar (aún con las mejores probabilidades), no fueron los únicos elementos que destacaron en este juego.
Disfruta de un mundo bellamente aterrador
Otra de las maneras en que este juego logró atrapar mi atención fue en sus escenarios, tan pintorescos como lúgubres. Un ejemplo de ello fueron los mapas, repletos de adversarios, obstáculos y otros objetos clave. Dentro de cada zona generada aleatoriamente, interactué con los diferentes objetos usando herramientas y artefactos en mi inventario, cosa que me dio gusto al saber que estaba viviendo una tétrica historia salida de un libro pop-up.
Hablando un poco más de los items a mi disposición, descubrí que su uso debía ser bastante calculado. Aparte del capital limitado para comprar cada pieza, éstas ocupaban un espacio disponible para guardar tesoros, objetos y otros artilugios por igual.
Después de varias pruebas, ensayos y errores esta entrega me obligó a elegir si empleaba cierta herramienta para por los siniestros pasillos, o asegurarme de que un guerrero mío no pereciese.
Una muestra más de la sombría belleza de Darkest Dungeon fue el poblado, una zona que se convirtió en un personaje más conforme se desenvolvía la trama. En este lugar pude reducir los daños por esfuerzo, al albergar temporalmente a mis soldados en una taberna, en un burdel o en una abadía.
Así mismo podía gastar unas monedas para su tratamiento médico, con el fin de eliminar características negativas o acentuar los aspectos positivos. También fue posible mejorar su arsenal con el herrero, renovar los propios edificios aliados, entre otras opciones.
Todo lo anterior fue posible, gracias al precioso apartado artístico con el que cuenta el juego. A pesar de que se vale de imágenes fijas para describir las acciones que ocurren en la pantalla, el detalle y la calidad de las ilustraciones bastaron para que yo disfrutaran de cada instante en Darkest Dungeon, sin importar si fuese en una cinemática, en una batalla o descansado en el pueblo. El resultado, es una atmósfera lúgubre y amenazante, que empata con las mecánicas de juego explicadas anteriormente.
Gracias Red Hook Studios, por esta ardua y gratificante experiencia
Antes de que Darkest Dungeon llegase a su versión 1.0, Red Hook Studios tuvo la difícil tarea de convencer a muchos videojugadores que su proyecto, era lo bastante prometedor para financiarlo en Kickstarter. Posteriormente, gracias al financiamiento lograron alcanzar ciertas metas que les permitieron comenzar el desarrollo de su entrega.
Sin embargo, lo anterior sólo sería el primer escalón en su odisea ya que pocos videojuegos que se lanzan en plataformas de financiamiento logran llevar a sus seguidores un producto de calidad. Después de horas de batallar, ser vencido y vencer a las fuerzas oscuras, puedo afirmar que este título fue una experiencia tan satisfactoria como obsesiva.
En conclusión, Darkest Dungeon es un adictivo y desafiante título que te demandará una calculada planeación y un sinfín de estrategias, antes de abrirte paso entre tus más terroríficas pesadillas. Puede que el camino hacia la victoria sea muy difícil, pero cuando lo logres, la satisfacción será verdaderamente genuina.
Si te interesa probar esta experiencia, ésta se encuentra disponible de manera digital para las plataformas de PC, Mac y Linux, PlayStation 4, PlayStation Vita, Nintendo Switch y Xbox One. En un futuro cercano se planea una edición física para PS4 y Nintendo Switch, así que ya no hay excusa ni pretexto para disfrutar de este divertido juego.