Para los amantes de la música, la relajación y las magnitudes del infinito.
Ha pasado un tiempo considerable desde nuestra última entrega de Musical Thursday. Debido a esto, consideramos que ya es tiempo de una nueva para deleitar nuestro oído. En aquel momento entregamos una lista dedicada a los videos musicales que retomaron los videojuegos como principal inspiración.
Para los artistas cualquier cosa, situación u objeto es motivo perfecto para la creación de algo nuevo, de algo innovador. El abanico de posibilidades se abre cuando ponemos atención a lo que pasa a nuestro alrededor, a nuestro pasado. Sólo así es posible descubrir y crear. Y precisamente esto fue lo que nos llevó a descubrir una banda llamada 8-bit Jazz Heroes.
Anteriormente habíamos hablado de ellos cuando lanzaron su disco Press Start ya que lograron remontarnos a aquellos momentos en que nuestra travesía se combinaba con bellas melodías que le daban una atmósfera bastante especial. Pero antes de entrar en materia musical, retomemos un poco de la historia de la banda.
¿Quiénes son estos héroes de 8-bits?
Se trata de un trío conformado por tres entusiastas del jazz clásico: Adam Belloto en la guitarra, Robby Delosier en el contrabajo, y Michael Kauffman en la batería. Inspirados en el estilo de Miles Davis, estos muchachos decidieron tomar melodías clásicas de videojuegos como Mario Bros., The Legend of Zelda y Tetris, entre otros, y transformarlas en piezas musicales vintage, emulando el estilo clásico del jazz utilizado en los años 60.
Desde su conformación en 2016, se ganaron una buena reputación tocando en distintos lugares al sur de California, EEUU. Esta reputación los llevó a ganarse el nombre de “La mejor Banda de Jazz en el Condado de Orange”, asignado por la revista OC Weekly.
¿Por qué debes escucharlo? Simple… es jazz
Una combinación espectacular entre el género del jazz y los clásicos que siempre estarán en nuestro corazón y mente. Temas que la cultura pop no puede dejar pasar de lado y que deben estar en boca (y oídos) de todos. Es una mezcla sin igual que es precisa en cualquier ocasión: sentado en tu sala sólo para relajarte, mirar por la ventana al vacío del cielo, acompañar la lectura dominical con los ritmos que va marcando el bajo. Las posibilidades son infinitas. No queríamos caer en el cliché, pero a veces es grato regresar a lo básico.
Sin más por agregar, aquí está una selección de las canciones imperdibles de este trío: