Investigadores de la Universidad de Colonia en Alemania, claramente fueron maestros Pokémon en su época y ahora lo demuestran al bautizar como Pokemonas a un nuevo género de bacterias.
Para un científico no hay sentimiento que se compare al de descubrir algo, pero cuando hablamos de quienes se encargan de estudiar la diversidad de los seres vivos, este sentimiento es aún mayor cuando descubres una especie nueva y llega el ansiado momento, bautizarla.
¿Cómo la nombrarás? ¿En honor a un ser querido? ¿Al lugar donde la descubriste? ¿Alguna característica particular? ¿O demostrarás lo geek que eres y su nombre estará relacionado a la cultura pop? No es una respuesta fácil, y aunque cada vez es más común leer nombres científicos inspirados en la cultura pop, muchos científicos se oponen a ello, ya que, dicen, le quita seriedad al asunto.
Los investigadores Marcel Dominik Solbach, Michael Bonkowski y Kenneth Dumack del Instituto de Zoología de la Universidad de Colonia en Alemania, son el ejemplo perfecto de la última opción, descubrieron no solamente un trío de especies de bacterias nuevas, sino también un género, al cual nombraron en honor a los monstruos de bolsillo de Nintendo.
La primera especie Ca. Fiscibacter pecunius, ya pertenecía a un género conocido por lo que parece que decidieron seguir la formalidad de los nombres científicos; mientras que el nuevo género y las dos especies que lo integran demuestra su lado geek, estas son Ca. Pokemonas abra y Ca. Pokemonas kadabra.
Este descubrimiento se da dentro de su investigación a las bacterias conocidas como Legionellales y su relación con las amebas dentro de las cuales viven, como los Pokémon que viven dentro de sus pokeballs, dichas bacterias viven al parecer exclusivamente dentro de las amebas y dado que diversas especies de ellas provocan enfermedades como la enfermedad del Legionario (causante de neumonía) son de interés para los investigadores.
Ahora el único problema con el nuevo género es si encontrarán una nueva especie que pueda completar la línea evolutiva de Abra, Kadabra y Alakazam, o si algún otro investigador que no le guste la relación geek bautice a una especie con un nombre más formal y menos chévere, echándonos a perder todo el asunto.
Fuente: Frontiers in Cellular and Infection Microbiology | Vía: Bulbagarden