Microsoft dio a conocer una investigación con estos animales en colaboración con el zoológico y la universidad de Melbourne.
Los seres humanos han llevado un sinnúmero de investigaciones y estudios con el fin de comprender de una mejor manera el comportamiento de las demás especies animales, teniendo mayor enfoque en los que demuestran inteligencia superior como delfines, cuervos y principalmente primates, por su cercanía con la especie humana.
La humanidad es la única raza animal que ha logrado desarrollar herramientas y tecnología, que han sido decisivas para el progreso de la sociedad y supervivencia de los humanos en general. Pues ahora Microsoft ha anunciado una investigación con orangutanes llevada a cabo en el zoológico Victoria de Melbourne por la Universidad de Melbourne y Microsoft Research Centre for Social Natural User Interfaces —centro de investigación para interfaces de usuario sociales naturales—.
A los orangutanes se les está presentando la tecnología de Kinect, el innovador sensor de movimiento que permite interacción con juegos y aplicaciones en Xbox. La finalidad de este estudio es obtener una mayor comprensión de la manera en que los orangutanes aprenden, interactúan y toman decisiones sociales. Además aseguran que el proyecto busca proporcionar una nueva forma de estímulo, dándoles la habilidad para iniciar su propia diversión, al mismo tiempo que se estimula su capacidad para resolver problemas.
De acuerdo con Microsoft, los orangutanes —con quienes compartimos 97% de nuestro ADN— ya han “demostrado interés anteriormente en jugar con tecnología, especialmente si les permite interactuar con humanos”. Refiriéndose a computadoras y tablets, cuyas características y limitaciones —fragilidad y la necesidad de un cuidador para sostenerlas para los animales— no las hacían adecuadas para ellos.
Ahora se están desarrollando aplicaciones para Kinect especiales para los orangutanes, como pintura, galerías de imágenes y juegos. Los investigadores están ansiosos por descubrir de qué manera los animales decidirán usar esta tecnología como una forma de interacción social —entre ellos— y con humanos. Para hacerlo se proyectará una pantalla en alguna superficie de su hábitat con la que podrán interactuar, eliminando la necesidad de un operador que sostenga el dispositivo —es decir, los animales decidirán cuándo jugar—, evitando también el riesgo de lastimarse o dañar algún aparato.
Esta semana se dio la primera prueba y Malu, de doce años, encontró un punto rojo en el suelo, que decidió besar. Al explotar y reaparecer Malu lo besó de nuevo. Lo que demuestra que los orangutanes con capaces de utilizar otras partes de su cuerpo —aparte de las manos— para interactuar y su disposición para jugar con nuevos elementos debido a su naturaleza curiosa.
Es interesante ver las aplicaciones que se le pueden dar a tecnología como Kinect y una verdadera alegría saber que se usa para el desarrollo de otras especies animales. Esperemos a ver qué creaciones compartirán con el mundo estos curiosos orangutanes cuando se les presenten las aplicaciones de pintura, o que tipo de juegos especiales llamarán más su atención.