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Música y nostalgia: el regreso del formato físico en el entretenimiento

Música de Videojuegos

Antes considerado como una industria en vías de extinción, el formato físico en la música ha resurgido con fuerza.

Uno de los primeros recuerdos musicales que generalmente todos tenemos es de música, la primera canción, tonada o sonido que escuchamos. La vida sería un error sin la música y es una de las formas de expresión artística mas antiguas que existen. La manera en que consumimos la música ha evolucionado con el tiempo. Formatos van y vienen pero lo que es interesante es como algunos de estos formatos han logrado recuperar relevancia en los últimos años. La música de videojuegos en particular ha sido un inesperado protagonista en la historia de los formatos.

La manera de consumir música ha cambiado con los años, pero es el interés de poseer algo que nos pertenezca lo que ha mantenido vigente a esta industria. Acompáñenme a este artículo donde desde la perspectiva histórica de mi padre, un ávido coleccionista de música con quien mantuve conversaciones del tema, abordaremos la historia del consumo de la música, las ventajas y desventajas de los formatos que hay y por qué ciertos formatos como el físico han tenido un resurgimiento y otros se han hecho mas de lado.

Del teatro a tu casa

Formato físico

La música en un inicio se escuchaba en el teatro, la opera, etc. Era un evento social donde la gente se unía a escuchar música. Pero todo empezó a cambiar cuando se inventó el fonógrafo. De repente se pudo empezar a grabar voz y música en tubos de cera, y luego en los primeros discos de vinil.

Más adelante la radio trajo la voz a la sala de muchas familias en el siglo XX, y todo esto contribuyó a que drásticamente cambiara la forma de consumir música.

“En la radio luego se saludaba a la gente que escuchaba, y naturalmente se emocionaban. Así inició Televisa por ejemplo” cuenta mi padre.

La manera de consumir música era muy social; la familia se reunía a sentarse a escuchar la radio por la tarde; las familias de la época llegaron a tener una experiencia colectiva de como conocían al mundo y la música que se escuchaba entonces.

Había varias limitantes: algunas cuyas repercusiones se siguen viviendo hasta la fecha. “La grabación tenía que ser muy fuerte para que se escuchara. Por eso las primeras grabaciones que hubo de música fueron de orquestas y cantantes de ópera, como Enrico Enrico Caruso.”

Más adelante con la popularidad del jazz, y en particular el estilo orquestal del “Big Band” se unieron a esas grabaciones. Otra cosa es que los primeros vinilos eran discos de 68 revoluciones por minutos; giraban muy rápido y por ende no les cabía mucho sonido. “Es por eso que las canciones tenían que durar 3 minutos a lo mucho, y esto se terminó volviendo un estándar de la industria incluso cuando ya no era una limitante tecnológica.” Mi padre también relata que por lo mismo, cuando alguien quería escuchar una sinfonía, te vendían un álbum entero de 6-8 discos que había que cambiar constantemente para escuchar la totalidad de la pieza.

A pesar de estas limitantes. ¿Por qué se volvió tan popular comprar música? La respuesta es bastante simple a decir verdad: “El disco te daba la posibilidad de escuchar la música que quieras cuando quieres, en contraste con la radio, el teatro y demás.” Sin duda esta libertad de elección fue fundamental para que los oyentes, como mi padre, pudieran formar un criterio propio de música. Una sensación de pertenencia, ser dueño de lo que te gusta.

De vinilos y cintas

“Por allí de los cuarenta, se inventaron los discos de 33 y 45 revoluciones. En general les caben más música (excepto los de 45 revoluciones).” Lo más revolucionario fue el relativamente bajo precio, en especial los de 45 revoluciones, lo que hizo una gran diferencia. “De hecho, el primer disco que compré era uno de 45 revoluciones” sonríe mi padre.

También en esta época empezamos a ver la música grabada en cintas, normalmente la cinta maestra es la que tenía la música de alta calidad. No obstante tener cintas es en general muy caro y el equipo para escuchar música igual de caro. Pasaron las décadas, aunque bastante avanzados los LPs como se les dijo al vinilo en la época tenía sus defectos. “La electricidad estática y el polvo que se acumula en los zurcos es un problema común. Por otro lado la música se tenía que comprimir para que cupiera y el rango dinámico del sonido no era muy alto. Luego esto era porque si el sonido esta muy fuerte, existe el riesgo muy real de que brinque la aguja del tocadiscos.

Todo esto nos llevo a la búsqueda de otras opciones de escuchar música, y eso nos lleva al caset. La introducción del caset fue bastante revolucionaria porque permitió por primera vez llevar la música contigo, culminado con el Walkman. “Lo más valioso fue sin duda que podías grabar música, yo me acuerdo de haber esperado en un programa de radio a que pusieran una canción para yo grabarlo, ya que no podía conseguir el disco aquí. Y luego era difícil porque las estaciones de radio tienden a poner solo tres minutos.” “Pero personalmente yo no le tengo mucho cariño al sonido de caset, generalmente la calidad no era la mejor y siempre había el riesgo de que se desenrollara o rompiera la cinta. Aunque eso si, existen casets de 3/4 de pulgada, con cinta mas gruesa que se escuchan mejor, pero son caros y nunca fueron muy populares.”

La era moderna

Con los CDs en los ochentas, la industria musical experimenta nuevamente un cambio drástico. El CD prometió finalmente ofrecer mayor fidelidad de música, precio relativamente accesible y ocuparía menos espacio. Aunque se pierde la experiencia física descrita previamente en un LP (al ser más pequeño), es innegable que al inició, esas ventajas eran muy notables. “Yo muy ferviente creyente del CD y compré una gran cantidad de música por ese medio” y de hecho, la colección que termino armando mi padre de discos es bastante grande. El infame formato MP3 llega y aunque su compresión es muy criticada, también permitió mucha portabilidad y distribución del medio, en especial el internet, donde se distribuyo (y sigue) distribuyendo música ilegalmente. “Aún así si la compresión esta bien hecha, se puede mantener la calidad.” “Pero como todo en la vida, hubo cambios, y cuando llega el streaming de música también trajo grandes cambios.” El streaming trajo nuevamente ventajas, la más notoria fue que la cantidad de música que tenía era tanta, que no te alcanzaría la vida para escucharla toda. Además como podías escuchar la música de prueba antes de comprarla, podías decidir si la música que escuchabas te gustaba o no, en vez de la lotería que era comprar un disco basado en recomendaciones. También la conveniencia de no tener que sacar un disco y ponerlo en el aparato para reproducirlo ayudó.

Hoy en día existen cosas aún mas intrigantes, esta la música en Dolby Atmos con más canales de audio para reproducir mejor la experiencia de escuchar música y de donde viene. Aunque como siempre esto depende de como se graba un disco. “Un cuate una vez contó que tenía un disco tan bien grabado que con el equipo de audio correcto, puedes escuchar perfectamente donde esta parado cada mariachi.” También están los discos de High Quality, particularmente hechos en Japón, que son CDs con más sampleo, bits y rango dinámico para mejor capturar y reproducir música. Y el streaming no se ha quedado atrás, dado que el streaming de alta calidad (gran ancho de banda y pesado, pero poco a poco más accesible) también ha cobrado fuerza en diversos medios como Spotify, Apple Music, Qobuz, etc.”

El límite es nuestra nostalgia… y nuestro oído

Aunque tenemos música de cada vez más calidad, lo cierto es que cada vez más y más uno se pregunta si en verdad necesitamos tanta calidad en primer lugar. Mi papá nota que “el oído humano escucha entre 20hz y 20khz, y esta capacidad se reduce con la edad. Un CD guarda 44 khz, de manera que 24 khz completos no se pueden apreciar.” “El rango de escucha de una persona va de los 30 a 90 decibeles, tal vez los 100 decibeles (normalmente lo vemos como el volumen que ajustamos en teles y dispositivos).” La música de alta calidad, la música en blu-ray, las grabaciones de streaming de alta calidad y un largo etc. es grabado para cubrir más rango, pero no puedo dejar de pensar si realmente necesitamos tanto rango. Al final del día, esto es un debate muy contencioso entre los audiófilos y melómanos y las opiniones varían mucho. “Hay un conflicto. La gente que le gusta la música y la gente que quiere reproducir la vivencia de la música en vivo.”

Pero a todo esto, la pregunta es: ¿Qué queda? ¿Porqué invertir tanto dinero en música? Respuestas no sobran. Mi padre es apasionado de la música y cuando decidió volver a invertir dinero en equipo de audio, hizo una investigación muy exhaustiva. “Yo creía que muchos de los problemas de los LPs eran inherentes del medio, pero resulta ser que en realidad era de la tecnología. Después de escuchar opiniones de mucha gente en persona, en internet, en convenciones de audios, llegue a la conclusión que los tocadiscos que tenemos hoy en día son simplemente mejor que la mayoría de los tocadiscos que teníamos en los sesentas. Tengo discos no muy buenos que se escuchan mejor ahora, y discos muy buenos que se escuchan impecable”

Y no solo eso, coincidió que llegamos a un momento en la historia en el que la gente quiere tener objetos físico, sentir que tienen algo que les pertenecen. “Tenemos por ejemplo fans de Taylor Swift que compran LPs de su música sin tener tocadiscos (…) el LP viene con contenido padre como inserciones, el disco viene con color, es vistoso, esto lo vimos en el pasado y lo volvemos a ver.” Además hay experiencias que solo puedes replicar físicamente. Con un LP o disco, la experiencia de abrirlo, olerlo, sentirlo, leerlo (en especial en LPs) y ponerlo en tu equipo, es imposible de replicar por streaming. “Hay experiencias como ese álbum de Tool que grabaron siguiendo la secuencia del número de Fibonacci y que puedes poner las canciones en el orden de la secuencia para vivir una experiencia diferencia a si lo reproduces secuencialmente”

Y las disqueras han tomado nota, tenemos remasterizaciones e incluso las multiples versiones de un solo disco, como el “Let it Be” de los Beatles que fue grabado de varias maneras. “Hay discos de LP que no existen en otro medio, lo cual es luego alarmante cuando te quedas pensando que quizás eres la única persona que tiene la composición Trans de Karlheinz Stockhausen, dado que no esta ni en CD o streaming”. No toda la música va a correr la misma suerte, lamentablemente, de ser guardada en el internet, al menos mi padre pone su piedrita.

Tendencias van y vienen, tecnologías son inventadas o refinadas, gustos cambian al igual que la experiencia. Podría ser que este interés muera en unos años, pero lo que si es cierto es que la nostalgia vende. La curiosidad por el pasado también vende y sin importar la calidad de cada medio, lo que es cierto es que tenemos un gran apego a lo físico. Nos gustan nuestros cartuchos, nuestros discos. ¿Y por qué no? Nuestra música. El futuro es incierto, pero mientras tanto, lo mejor que podemos hacer es disfrutar lo que existe, escuchar lo que queremos como podamos y apreciarlo lo más que podamos.

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