El afamado director, reconocido por aportar el estándar del cine de zombis a la cultura popular, también puso su granito de arena en la serie de Capcom.
Ayer fue un domingo muy triste para los entusiastas de los zombis, pues el director neoyorquino, George A. Romero falleció a los 77 años en Ontario, Canadá; víctima de cáncer de pulmón.
A Romero se le atribuye el título del padre de los zombis modernos, y es que el estilo de sus filmes de terror en la década de los años sesenta y setenta, fungió como un buen estándar para producciones posteriores –y cuyo toque aún puede verse en nuestros tiempos– e incluso videojuegos, tal es el caso de una de las franquicias más famosas de la industria: Resident Evil.
Yendo un poco atrás hacia la historia y los orígenes de Resident Evil podemos recordar que, gran parte de las ideas de Shinji Mikami sobre lo que la entonces nueva franquicia sería, se abocaban mucho a su gusto por occidente y los filmes de terror de Romero, un buen ejemplo de ello, es Night of the Living Dead, cuya atmósfera y sentimientos, son bastante bien replicados en la claustrofóbica mansión Spencer del primer título de la saga.
George A. Romero no solamente fue una de las más grandes influencias de RE
El cariño hacia el trabajo de Romero no solamente fue expresado a través de referencias a su estilo, sino que, incluso, el director estuvo colaborando con Capcom para impregnar su toque directamente en Resident Evil durante los años noventa.
Lo primero que pudimos conocer, fue un anuncio live-action para promocionar el lanzamiento de Resident Evil 2 en 1998, en él podemos ver a dos versiones muy rudas de Leon y Claire, a punto de enfrentarse a todas las criaturas de la estación de policía de Raccoon City:
La mala noticia, es que este anuncio no pudo ser transmitido en América y Europa debido a una cuestión de derechos, pero fue bien aceptado en Japón. Esta buena también llegó a los oídos de los directivos de Capcom, quienes estaban muy entusiasmados de trabajar con Romero y, que después del indudable éxito de Resident Evil buscaban aprovechar la historia de la franquicia a través de otros medios. Así fue como la idea de llevar a RE al cine nació.
Sí, antes de esa tremenda mezcolanza y acción desenfrenada que nos trajo la serie de películas que protagonizó Milla Jovovich, hubo una idea mucho más pura, y sobre todo, que apelaba mucho más los sentimientos que comúnmente buscaríamos en algo relacionado a Resident Evil. Luego de negarse un par de veces, Romero accedió a escribir un guión de lo que sería su propia interpretación de los sucesos de las montañas Arklay.
A pesar de que, como mencioné antes, la historia de Romero integraba muchos de los elementos del primer juego e incluso algunos personajes, el guión no era una adaptación 100% idéntica y más bien coqueteaba con la idea de incluir muchas cosas nuevas que incluso afectaban a los personajes más populares de forma dramática. Por ejemplo, Ada Wong no sería espía, sino una investigadora más de Umbrella; Chris Redfield no formaría parte de S.T.AR.S.; Jill Valentine formaría parte del equipo Bravo, etc.
Lamentablemente, el guión de Romero no fue aceptado al final y los motivos nunca fueron confirmados del todo, algunas fuentes dicen que fue precisamente porque Capcom no quería confundir a los fanáticos de la serie con una historia que variaba tanto, y otras expresan lo contrario: que la compañía temía que la película mermara las ventas del videojuego al ser tan parecidos.
Como sea que haya sido, ese fue uno de los motivos por los que los productores de la compañía decidieron dar luz verde a la versión de Paul W. Anderson que posteriormente se convirtió en un éxito taquillero, dando pauta a toda una serie de acción que concluyó con The Final Chapter en enero de este mismo año.
Aún así, el guión original de Romero está disponible para la lectura del público en internet, y es conservado como una de las mejores curiosidades de la saga; es un poco triste pensar que nos quedaremos con la duda de cómo hubiera sido todo, si esa versión hubiese sido la elegida.
